Redacción Canal Abierto | Contra la percepción general y los presagios de las consultoras privadas, el INDEC publicó este martes el índice que mide la buena o mala salud de la economía argentina y resultó en una noticia que el Gobierno festejó con entusiasmo.
El Estimador mensual de actividad económica (EMAE) de septiembre arrojó un 5% de crecimiento interanual, y un 0,5% desestacionalizado respecto de agosto.
¡Alegría!
La tendencia positiva logró dos cosas: por un lado, evitar que el tercer trimestre terminara en rojo, continuara la caída del segundo e hiciera entrar a la economía en una recesión técnica; por el otro, poner en duda al organismo estadístico público y a su titular, Marco Lavagna.
“Hay un nuevo mago en el INDEC, el mago es Marco Lavagna. No digo que el INDEC miente, ni que el INDEC dibuja. Hablando del crecimiento económico, el INDEC buscó que los datos no marquen recesión”, aseguró en X el economista Alfredo Zaiat.
Sucede que, para que el número del trimestre terminara en alza, el organismo no sólo dio un resultado para septiembre sorpresivamente positivo, sino que corrigió los datos de los meses previos. Julio había terminado en una caída del -0,1% y agosto una suba del +0,3%, y ahora el INDEC —sin explicación— informó que la actividad creció 0,1% y 0,7%, respectivamente.
La sorpresa de septiembre se debe no sólo a que las consultoras privadas venían anticipando una caída —entre ellas Orlando J. Ferreres y Asociados, Analytica y el Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEC), que depende de las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe—, sino a que la bonanza no se percibe en los bolsillos de casi ningún hogar de clase trabajadora.
“Que buenos números trajo el EMAE, la mayoría de los rubros crecen, además el INDEC ajustó la serie para atrás, Julio y Agosto también crecieron. O sea, mientras a vos te parecía que todo se hacía percha en realidad la economía volaba”, ironizó en sus redes Christian Buteler, economista liberal pero crítico del Gobierno.
¿Quién creció?
Parte de la explicación, más allá del presunto “dibujo”, se debe a los sectores que empujaron el alza: pesca, intermediación financiera y minería. Actividades extractivistas o especuladoras que, no sólo no motorizan el crecimiento, sino que no generan empleo. Las que sí lo hacen —industria manufacturera, comercio y construcción—, permanecen en el fondo de la tabla.
En línea con este análisis, el economista al frente de la consultora Vectorial, Haroldo Montagu, señaló que “el 65% del crecimiento del EMAE de septiembre lo explican impuestos e intermediación financiera”. Y, curiosamente, desde el propio riñón del liberalismo que nutrió en sus comienzos a Javier Milei le dieron la razón.
“De acuerdo con el EMAE INDEC, el 64% del crecimiento interanual (5%) se debe a que el Estado le cobra más impuestos a los privados devolviéndoles menos subsidios (37p.p) y que los bancos (27p.p.) cobran mayor tasa de interés también a los privados que producen bienes y servicios —detalló en X el economista liberal y otrora socio y amigo del Presidente, Diego Giacomini—. Gran parte del sector privado enfrenta una motosierra muy afilada que deja chiquita la motosierra de los empleados públicos. Mientras tanto, los privilegios de la casta, desde Olivos (Javier Milei) a la Quiaca y Ushuaia, siguen gozando de la misma robusta salud de siempre”.
Más temprano, en declaraciones radiales, Giacomini había criticado el plan económico y asegurado que Milei “no mira la economía real”, algo que viene sosteniendo desde hace tiempo.
Por su parte, el economista Amilcar Collante ilustró mediante un gráfico superpuesto cómo, al tiempo que la actividad económica cae en 2024 y comienza un período ascendente en 2025, el empleo asalariado privado no para de caer desde diciembre de 2023, se ameseta en 2024 y vuelve a bajar en 2025.
Ay, Lavagna…
La llamativa medición del INDEC viene a sumar ruido a las críticas al organismo, centradas en la forma de medir la pobreza y la inflación, que aún son calculadas sobre una canasta de 2002 pese a tener disponible una de 2018. Esta negativa de Lavagna a actualizarla le costó en agosto las renuncias de los encargados de mediar ambos índices.
En esta oportunidad, economistas como Juan Manuel Telechea plantearon que el INDEC debería dar “una explicación oficial” cuando “un dato (en este caso, la actividad) se revisa para atrás y muestra un comportamiento muy distinto al que estimaba la gran mayoría de las consultoras privadas”.
Al cierre de esta nota, ni Lavagna ni el propio organismo habían emitido comunicado alguno.