Cuando el 1º de marzo, en el marco de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso Nacional, el presidente Mauricio Macri recibió un paquete con yerba mate, los productores y trabajadores de esa rama sacaron a la superficie el conflicto que viven por el bajo precio que cobran por esa materia prima.
Provenientes de Misiones, al siguiente día protagonizaron el Yerbatazo. Su reclamo era cobrar de las empresas comercializadoras los precios que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) fija por ley, pero que nunca se efectivizan.
Este reclamo sigue vigente, al punto que el miércoles 15 tomaron la sede del Instituto, ubicada en Posadas. A esta medida, continuó un acampe frente al organismo, que se sostiene hasta hoy.