Redacción Canal Abierto |Esta semana se confirmó algo que todas las fuentes cercanas o especializadas venían anticipando hace meses. El Ministerio de Justicia finalmente traspasó la Unidad AMIA a la Secretaría de Derechos Humanos, y reemplazó al radical Mario Cimadevilla por el actual subsecretario de Memoria, Verdad y Justicia, Mariano Fridman.
Además le asignara nuevas funciones, en línea con las pretensiones del gobierno en la investigación por el atentado.
Desde la llegada de Cambiemos al gobierno, la Unidad AMIA adquirió rango de Secretaria de Estado, y tuvo, hasta esta semana, como titular a Cimadevilla, que protagonizó fuertes cruces con autoridades del ministerio por la falta de recursos que padecía su oficina. La dependencia se creó en el 2000 con el objetivo de aportar pruebas y colaborar con la causa judicial. Es decir, una de sus tareas sería apuntalar la investigación de la Unidad Fiscal AMIA, que depende de la Procuración General de la Nación, y que conducía Alberto Nisman.
El ministro de Justicia Germán Garavano definió que a partir de ahora ya no será un área de investigaciones, sino que se limitará a ser un auxiliar de la Justicia dentro del programa de Memoria, Verdad y Justicia, aportando datos al expediente, y revisando archivos y escuchas, entre otras pruebas.
El manejo de la oficina ya había generado fuertes críticas de familiares de víctimas del atentado, que acusaron al gobierno de impulsar la impunidad.
Así las cosas, una de las áreas de Estado más importantes que Argentina tiene para intentar saber que pasó el 18 de julio de 1994 con la mutual judía, estará bajo el control del Secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj, un hombre de Ruben Beraja, ex presidente de la DAIA señalado como encubridor del atentado.
En ese sentido, el periodista especializado en temas de la comunidad judía Jorge Elbaum, que fue director de la Dirección de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), y actualmente es el titular del Llamamiento Argentino Judío, asegura en una investigación publicada en el portal Nuestras Voces que “Claudio Avruj no sería el funcionario que es hoy si no hubiera sido nombrado por Rubén Beraja, en 1997, como director ejecutivo de la DAIA. Su rol prioritario en la entidad ubicada en la calle Pasteur 633 consistió, entre otras funciones, en asistir al presidente de la entidad, denunciado años después como parte de un entramado destinado a encubrir el atentado a la AMIA. Beraja –al igual que muchos integrantes de la DAIA de entonces—se dedicaron a instalar pistas falsas, en connivencia con la SIDE menemista y el Juez Eduardo Galeano.
En la actualidad se llevan a cabo dos juicios en Tribunales Orales Federales, que tienen a Rubén Beraja en el banquillo de los acusados. El primero de ellos corresponde a la causa del encubrimiento del atentado (donde está siendo juzgado conjuntamente con la plana mayor del menemismo, el entonces juez de la causa, los fiscales y el comisario que terminó siendo años después del atentado, el primer jefe de la policía metropolitana de Mauricio Macri, Jorge “Fino” Palacios.