Redacción Canal Abierto | “Vamos al paro nacional el 10 y 11 de abril para romper el techo salarial y por nuestras reivindicaciones”. Así lo declararon las autoridades del Congreso Extraordinario de la Conadu Histórica, que ratificaron la necesidad de un paro activo nacional “para terminar con las políticas de ajuste del gobierno nacional y sus cómplices contra el pueblo trabajador”.
Este 10 y 11 de abril, los docentes universitarios darán inicio al plan de lucha que apunta a disparar la clausula gatillo obtenida en 2017, y a que se aplique sobre el sueldo percibido en el mes de febrero.
El Gobierno Nacional no ha hecho una nueva oferta al pliego de reivindicaciones expuesto al Ministerio de Educación en la reunión paritaria del 15 de marzo, en el cual se exige un 25% de incremento salarial, $17 mil para el cargo testigo y el pago de la cláusula gatillo sobre el último salario percibido por los docentes en febrero, además de la recomposición del nomenclador, aumento de la garantía salarial para los docentes ingresantes, más presupuesto para el Programa de finalización de Tesis PROFITE, y fondos de capacitación docente.
Ante esta ausencia, los principales gremios que nuclean al sector iniciarán las medidas de lucha la semana entrante y se convoca a toda la comunidad universitaria a participar.
Como expresaron las autoridades, las modalidades de continuidad del plan de lucha, incluida una movilización nacional durante mayo, serán evaluadas en un Plenario de Secretarios Generales el 13 de abril. En este sentido, el Congreso Extraordinario declaró el estado se sesión permanente del plenario de secretarios/as generales.
Por su parte, la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun) confirmó que no participará del paro y que aguardará a que se desarrollen las próximas reuniones paritarias para evaluar medidas de acción.
Mientras tanto, en la Universidad de Villa Mercedes (San Luis), veinte docentes fueron cesanteados sin causa y el caso será denunciado ante el Inadi como discriminación ideológica, ya que los profesores toman esto como una maniobra política del actual rector, David Rivarola, en su afán de mantener un padrón favorable en el nuevo llamado a elecciones.
El caso tuvo repercusión ya que a la par de los despidos se realizó una convocatoria pública para cubrir 120 cargos docentes en esta misma institución. Asimismo, los profesores despedidos apelaron a la paritaria firmada por los dos rectores anteriores, garantizando su derecho a presentarse a un concurso cerrado para retener el cargo.