Redacción Canal Abierto | En el fallo absolutorio que la Corte Suprema tucumana emitió ayer consta que “se verificó que Belén se encontraba en una clara situación de indefensión” y que la Sala III de la Cámara Penal “no le aseguró las garantías del debido proceso ni de la defensa en juicio”. Además, afirma que “el tribunal se valió de las deficiencias de la Defensa Oficial para apuntalar la condena” y que el personal del hospital y del juzgado violaron el secreto profesional “lo cual fue la fuente de muchas violencias institucionales que supusieron la violación de derechos de Belén”. Con esto, pone fin al derrotero judicial que la joven tucumana -cuyo caso se volvió emblema de la lucha por aborto legal, seguro y gratuito-, debió pasar solo por ser pobre y mujer.
El calvario comenzó para Belén en la madrugada del 21 de marzo de 2014, cuando llegó a la guardia del Hospital Avellaneda, en la capital tucumana, porque tenía fuertes dolores abdominales. La atendió una residente de la guardia. “Me inyectó un calmante. No me revisó. De ahí me fui al baño. No tardé media hora como dicen. Fui y volví en 5 minutos. Me pusieron suero. Me acosté en una camilla. Tenía frío. Me dan una frazadita. A eso de las 6.30 me levanto. Creo que me hice pis, le dije a mi mamá. Estaba con sangre. Me llevan a la sala de parto. Me dice el doctor Martín que me quede tranquila, que estaba teniendo un aborto espontáneo. Y cuando me desperté estaba rodeada de policías”. El relato que Belén hizo a Página 12 desde la cárcel resume el infierno personal que le tocó vivir y que incluyó más de dos años en prisión preventiva.
Aisama: «Desde la morgue mandaron una nota pidiendo disculpas porque perdieron el feto»
“A raíz de haber sido denunciada por los médicos dentro del hospital, porque habían encontrado un feto en un baño que nunca se especifica cuál es, cae un destacamento policial, la acusan, la aprenden y se la llevan detenida desde el hospital hasta el penal de mujeres –relata Noelia Aisama, una de las abogadas que llevó adelante la defensa de Belén, junto a Soledad Deza y Luciana Gramaglio-. En ese mismo momento asumen que ese feto es de ella. Cuando desde la fiscalía se pidió el feto para extraerle el ADN para poder así vincularlo a Belén, desde la morgue del hospital mandan una nota pidiendo disculpas porque perdieron el feto que sería objeto de la causa”.
Como no podía pagar un abogado, se le asignaron defensores oficiales, y el 19 de abril de 2016, un tribunal compuesto por tres hombres la declaró culpable de «homicidio doblemente agravado por el vínculo» con una pena de 8 años de prisión. La sentencia fue apelada y llegó al máximo tribunal que, finalmente, la declaró inocente.
Condena social
La Fundación Mujeres por Mujeres en conjunto con Católicas por el Derecho a Decidir informaron en un comunicado que el Tribunal Superior de Justicia de Tucumán falló unánimemente por la absolución de Belén, y detalló que su detención estuvo basada en una arbitrariedad, ya que la Sala III consideró “en perjuicio de Belén» una prueba «confusa, ambigua y contradictoria”, al mismo tiempo que permitieron “que pruebas obtenidas ilegalmente fueran incorporadas a la causa”.
Este caso de proceso injusto y violación al derecho a la legítima defensa sólo se explican en el marco de una sociedad que avala estas prácticas.
“Acá, en Tucumán, tenemos sectores fundamentalistas que arremeten contra los derechos de las mujeres para el acceso a la salud efectiva . Tucumán es la única provincia que no está adherida a la Ley de salud sexual y procreación responsable. Hay una fuerte presencia del sector de la Iglesia en la negociación de los derechos de las mujeres, lo que se transmite en la criminalización y la condena social y luego moral de las mujeres”, agrega Aisama.
Aisama: «La Justicia la condenó primero moralmente y luego penalmente»
Según su abogada, “Belén está muy feliz porque es un gran paso que hemos logrado tanto para ella como para el resto de las mujeres que quieran acceder a la salud». Y agrega: «Con este fallo ella queda absuelta de la causa, por lo tanto se la considera inocente, puede retomar su vida que es lo que siempre quisimos, que ella vuelva a ser la persona que fue antes de que comenzara este proceso”.