Redacción Canal Abierto | Esta mañana, un operativo a cargo de la Policía de la Provincia de Salta reprimió a los integrantes de la comunidad guaraní Hoppo P+au, de la ciudad de Embarcación, quienes se encontraban cortando la Ruta Nacional 34 en reclamo por la liberación de uno de sus dirigentes César Arias, detenido bajo la acusación de amenazas simples hace una semana.
Los pobladores se mantenían al costado de la ruta desde hace tres días, pero ante la falta de respuesta de las autoridades decidieron cortarla esta mañana y fueron reprimidos violentamente por la policía de la Unidad Regional 4 de Tartagal. La fuerza de seguridad desplegó unos cien efectivos que se llevaron detenidos a Diana Situé –hija del cacique y vocera de la comunidad-, Arnaldo Situé, Aníbal Correa, la menor de edad Brenda Situé, y Jacinto Aseri, un comunicador social de Orán que se encontraba filmando la protesta.
El origen del conflicto
César Arias, integrante de la comunidad Hoppo P+au, está detenido desde el 30 de enero. Arias fue denunciado por amenazas simples, una figura legal por la que –según explica su abogado defensor, Hernán Mascietti- en sus “18 años de profesión, jamás metieron preso a nadie, menos si no tiene antecedentes”.
Pero Arias tuvo la desgracia de ser denunciado por Huberto Bourlón de Rouvre, miembro de la Sociedad Rural Argentina, quien hace 110 días encontró una escritura que, alega, demuestra que las 6 mil hectáreas sobre las que nueve comunidades locales tienen sus sembradíos, son suyas.
“Este señor presenta una escritura de una sociedad anónima, donde dice que compró esas tierras en 1971. Entonces entró y puso un portón”, explica Mascietti. Para 1971, las comunidades ya se encontraban allí hacía más de cien años.
Arias tiene un cerco en la propiedad de la comunidad reconocida por la Constitución Nacional y mapeada según las normas de la Ley 26.160. Un cerco es un sembradío tradicional y espiritual guaraní de frutas y verduras en el monte.
“Bourlón de Rouvre se mete en el cerco. Cuando va César Arias, se encuentra un policía en la entrada y a este señor adentro. Entonces le dice: ‘¿Qué hacés? Estás dañando mis sembradíos, si volvés por acá te va a ir mal’. Desde entonces, Bourlón de Rouvre le viene insistiendo a la fiscal Lorena Martínezpor estas amenazas, mientras él anda armado con una beretta”, agrega su defensor.
La policía fue a buscar a Arias a su trabajo, con el que mantenía a sus ocho hijos, y desde entonces permanece detenido en una comisaría en Tartagal donde su familia no puede visitarlo por falta de recursos para el traslado.
De las nueve comunidades que tenían sus cercos en la zona para noviembre pasado, sólo queda la comunidad Hoppo P+au reclamando. Las otras ocho fueron cedieron ante las intimidaciones de Bourlón de Rouvre y lo que Mascietti llama su “lluvia de influencias”.