Por Melissa Zenobi | Premiada por el Festival Internacional de Cine de las Alturas en la categoría Mejor Largometraje Internacional Documental, y con estreno mundial en el Festival de Cine de Guadalajara, No viajaré escondida. El mito de Blanca Luz Brum, llega este jueves a las salas de la Ciudad de Buenos Aires.
“Soy Blanca Luz Brum, poeta, pintora y periodista. Revolucionaria y ama de casa. Aventurera y fuera de la ley. Estuve presa tres veces en tres países distintos y fui deportada de otros cuatro. Me casé cinco veces cuando no existía el divorcio”. Mercedes Morán pone voz y corazón a este personaje que a los largo del siglo XX supo despertar todo tipo de pasiones.
Brum fue discípula del filósofo peruano José Carlos Mariátegui, amante y musa del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, y admirada tanto por Perón como por Pinochet. Como casi todas las mujeres que hicieron historia en su tiempo, su nombre no resuena en ningún libro de historia. Aunque polémica y polifacética, Blanca Luz supo constituirse como un símbolo de la emancipación femenina en el continente.
No viajaré escondida aparece entonces como una obra que viene a echar luz sobre sus andanzas a través de todos los movimientos de vanguardia que tuvieron lugar en América Latina. «Yo desconocía totalmente este personaje», reconoce el director del largometraje, Pablo Hernán Zubizarreta. Y cuenta: «cuando hablaron de Blanca Luz, me interesó su historia y sus vivencias, pero también lo que se creó en torno a ella y por lo cual se puede hablar de un mito».
Si bien las versiones de su vida son variadas y disímiles, el documental recoge los testimonios de quienes la conocieron, pero también utiliza los relatos que ella misma escribió: sus poemas y su autobiografía. «Ahora que la película existe más allá de mí, puedo ver que aparece desde la cáscara y lo mítico, hasta lo humano de una mujer que vivió y que sufrió», dice Zubizarreta.
Brum tuvo cuatro hijos y ninguno de ellos la acompañó en su lecho de muerte. Hay registros que indican que fue una de las promotoras del 17 de octubre de 1945, pero el propio peronismo niega su figura y se encargó de esconder la correspondencia que mantuvo con Juan Domingo Perón.
Más allá de lo mitológico, lo cierto de esta mujer aprendió a sobrevivir y a moverse en un mundo de hombres. Y aunque nunca se reconoció feminista -como tampoco lo hizo Simone de Beauvoir, en su tiempo-, con su belleza y su inteligencia supo rasgar un lugarcito en la historia y abrirle así camino a otras.
La película puede verse desde este jueves 13 en el Cine Gaumont -todos los días a las 13.15 y 19.15-, y en el Malba los sábados a las 18.