Redacción Canal Abierto | En momentos donde el oficialismo construye a diario un discurso de austeridad y falta de recursos que legitime ajustes y tomas de deuda, un informe da a conocer que el recorte dolerá más o menos dependiendo de la zona de residencia del argentino ajustado. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Buenos Aires y la Capital Federal se quedan con el 64% del aumento de la coparticipación automática a provincias. Es decir, que para el resto del país queda apenas el tercio restante de la torta.
En términos históricos, en 2015 la Masa Bruta Coparticipable –es decir, el total del presupuesto a repartir- era el 14,9% del Producto Bruto Interno (PBI). Al año siguiente, esta descendió al 13,7%, pero en 2018 volvió a crecer y se estima que este año terminará en un porcentaje similar al 14,3%. Este incremento se debe a la devolución de la precoparticipación del 15% destinada a ANSES –para Santa Fe, Córdoba y San Luis, y recientemente para La Pampa-, al Consenso Fiscal y a otros decretos que modificaron el esquema de distribución automática de recursos entre provincias.
Sin embargo, los aumentos no significaron –en la práctica- equidad presupuestaria. “Como los principales cambios de la distribución primaria se hicieron relacionados a CABA y a Buenos Aires, son las jurisdicciones que más participan del aumento. En efecto, $2 de cada $3 de aumento están yendo automáticamente a ambas”, sostiene el informe.
Mientras Río Negro, por ejemplo, recibirá este año $24,7 más por habitante, la Ciudad de Buenos Aires obtendrá $12.673,2 más por porteño y la Provincia de Buenos Aires, $1.697,5 más por bonaerense. Ambos, distritos emblema del oficialismo cambiemita.
La antítesis de la Capital Federal es Tierra del Fuego, que terminará 2018 con $3.017,5 menos por habitante que en 2015, seguida de Santa Cruz con una reducción de $2.226,3. En la misma situación de reducción presupuestaria están Chubut (-$633,2), Neuquén (-$295,1), Salta (-$251,6), y Misiones (-$162,8). Dentro de las cuatro jurisdicciones más grandes, Córdoba sería la de menor crecimiento, con $1.295 más por habitante.
Sucede que, a través del Decreto 194, la Ciudad de Buenos Aires fue beneficiada con un incremento de su coeficiente de distribución en la coparticipación para solventar la creación de la Policía de la Ciudad, y así financiar la principal política de seguridad de Horacio Rodríguez Larreta.
“Respecto al año 2015, este año 2018 las provincias incrementarán su coparticipación en $114.727 millones en moneda constante. No obstante, el 80% de este crecimiento se encuentra concentrado en cinco provincias: CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y San Luis. Las primeras dos se apropian del 64% del crecimiento, mientras que el grupo de Córdoba, Santa Fe y San Luis concentran el 16%. Las 19 provincias restantes explican apenas el 20% del incremento de los recursos por coparticipación”, agrega el estudio.
En un contexto inflacionario como el actual –con un acumulado de más del 125% desde 2015 y una proyección de más del 130% a fines de 2018-, el recorte para los habitantes de algunas provincias será grosero. Para los porteños, que forman parte importante del núcleo duro del votante de Cambiemos, el ajuste presupuestario será algo que ocurre lejos.