Redacción Canal Abierto | Uno de los recuerdos que dejará para la posteridad este agonizante 2018 es el del año que volvimos al Fondo. De la mano del presidente Mauricio Macri, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el entonces presidente del Banco Central, Argentina volvió a recurrir a los servicios del Fondo Monetario Internacional y le abrió así las puertas a su injerencia en nuestra economía, con sus clásicas recetas cuyo resultado final puede anticiparse.
¿Cómo fue que llegamos a esto? Hector Giuliano, licenciado en Administración y especialista en finanzas públicas, lo explica a partir de la lógica de la deuda perpetua: «Este año, le caen al país vencimiento por 67.000 millones. De ese quantum de deuda, Argentina no paga un centavo, refinancia hasta el último pedazo de deuda que existe. Esto se explica por la lógica de la usura, el negocio del usurero está en que el deudor no le pueda devolver nunca el capital porque donde gana el usurero es en el servicio permanente de los intereses, una sangría de intereses como no tiene ningún país en el mundo, en ningún país se pagan tasas del 60 o 70% anual como en Argentina. El gobierno de Macri vino a gobernar con deuda, ha colocado deuda se estima entre 140 y 150000 millones de dólares. A la deuda del tesoro que la recibió del kirchnerismo en una 254000 millones de dólares en dos años la llevó a 340000, una deuda perfectamente impagable.»
Aquí es donde, según la óptica de Giuliano, entra a jugar el FMI: «su rol no es ayudar a los países, sino ayudar a los acreedores de los países para que esos acreedores no vean interrumpido el flujo de pago de sus intereses. Todo este ajuste es para poder aguantar mayor pago de intereses creciente de la deuda. Y una de las herramientas clave de esto es la baja de los salarios reales.»
En el caso de la Argentina actual, esta lógica se combina con las altas tasas que se pagan en función de distintos bonos, sumado a la necesidad del gobierno de atravesar el tiempo que resta a las elecciones presidenciable con relativa paz social. «El gobierno de Macri tiene un préstamo del fondo por 57.000 millones de los cuales va a embolsar el 90%. Todo el pueblo argentino está siendo sometido a este ajuste brutal para bancarle que termine su mandato un gobierno que va a dejar sobreendeudado al país y le va a pasar la factura al gobierno que viene», afirma Giuliano.
Y concluye: «El Gobierno se jacta de que las cuentas fiscales le están dando lo previsto, pero las cuentas fiscales no cierran. Cierran mientras vos estás pagando 60% de tasa de interés para aguantar el tipo de cambio, pero es una sobrevida artificial. La tasa de riesgo país está subiendo porque saben perfectamente que el Gobierno no tiene capacidad de repago sobre sus obligaciones».
Entrevista completa:
Entrevista: Manuel Rodríguez