Redacción Canal Abierto | Diciembre es tiempo de balances, y desde el Centro de Política Argentina (CEPA) volcaron en un informe los datos que reflejan, entre otras cosas, la pérdida de poder adquisitivo de los últimos tres años.
En primer lugar se encuentran los jubilados. Considerando la evolución del IPC-Indec y el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado mensualmente por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), el poder adquisitivo del haber mínimo se retrajo 19,5%.
Tomado el promedio mensual de 2015 y el medido en diciembre de 2018 -considerando la jubilación mínima de $9.306- la pérdida es de unos $1.814 por mes.
“Si se proyecta esa pérdida mensual por doce meses, obtenemos una pérdida anual de $21.768 en 2018 respecto del promedio de 2015. Las proyecciones a 2019, a contramano de lo indicado por el gobierno, muestran una profundización en este sentido, llegando a perder 21% en el promedio de los primeros cinco meses de 2019 respecto del promedio de 2015”, detalla el informe.
En la misma comparación, la pérdida adquisitiva de la Asignación Universal por Hijo (AUH) se retrajo 19,7%, unos $360 mensuales, considerando la AUH de $1.827 en diciembre de 2018.
Si bien este año se aumentó un 25% por decreto el Salario Mínimo Vital y Móvil y lo llevó a $11.300 -respecto del promedio de 2014/2015- la pérdida alcanza un 24%. Traducido en pesos, es algo más que $2.700 mensuales.
“Aunque no está escrito, existe un acuerdo entre el Gobierno y los movimientos sociales de actualizar el valor de los planes sociales (formalmente denominados Hacemos Futuro) en correspondencia con la evolución del salario mínimo vital y móvil”, explican desde el CEPA.
Estos planes sociales, en diciembre del año pasado alcanzaban los $4.430. Teniendo en cuenta que esa cifra debía ascender a $8.265 en agosto de 2019 producto de la inflación, el aumento se limitará a $6.250, significando una retracción del 24%.
Esto representa una pérdida de $2.015. Para el periodo completo, comprendido entre diciembre 2018 y agosto 2019, implicaría una pérdida de $20.980. “El bono de $3.000, anunciado recientemente, no logra compensar la pérdida”, relata el informe.
Todos estos datos, expresados en dólares, retrotraen el poder adquisitivo de los haberes y salarios a niveles alcanzados en 2001, período donde también se recurrió al FMI y se profundizó la crisis económica.