Redacción Canal Abierto | El joven de centro Emmanuel Macron quedó primero con 23,75%, superando a la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, que alcanzó el 21,53% y se colocó también en la instancia decisiva de las elecciones presidenciales previstas para el 7 de mayo.
El republicano François Fillon y la “izquierda radicalizada” de Jean Luc Mélenchon (Francia Insumisa), consiguieron el tercer y cuarto lugar. El Partido Socialista fue, tal vez, la víctima fatal más visible del voto anti-política del fin de semana francés: el candidato Benoît Hamon hizo la peor elección de los últimos 30 años, con el 6%.
Desde su casa en París, el psicoanalista y docente franco-argentino Miguel Benasayag trazó para Canal Abierto un perfil del candidato triunfador y favorito en las encuestas presidenciales: “La figura de Macron es muy especial, porque estuvo algunos meses de ministro, fue funcionario del Banco Rothschild, nunca fue elegido ni diputado, ni senador, ni intendente. Hace nueve meses hizo su primer acto al crear un movimiento y hoy va a ser presidente, seguro. Es esta especie de ‘centro’ que considera que el Fondo Monetario y la Banca Europea son la realidad del mundo, es uno de los que apoyó la ‘uberizacion’, o sea: la desregulación económica. Y por otro lado, tiene un costado posmoderno; por ejemplo, va a ser un escándalo cuando diga que la colonización de Argelia fue un crimen contra la humanidad”.
Los sondeos para el ballotage le otorgan a Macron un 62% de apoyo. Los analistas hablan de un voto republicano que ha comenzado a construirse desde los conservadores a los socialistas, para impedir un avance del fascismo vinculado a Le Pen.
Benasayag, que además es fundador de una red de ayuda a familias migrantes, analizó los posibles escenarios de Francia ante un virtual triunfo de la postulante de extrema derecha: “Toda la gente que ve el futuro amenazante, decadente, que vive como dentro de un peligro permanente, que es xenófoba e islamófoba, votó a Le Pen. Lo que ella logró fue esconder a los nazis que estaban alrededor del padre, pero todo eso es una opereta porque la campaña la financió una asociación del padre. Si ella logra sacarse de encima la hipoteca antisemita le irá bien, porque nadie ve ningún problema en que sean islamófobos. Su problema es que está demasiado ideologizada para el gusto general. Es demasiado fascista”.
Macron (quien lanzó el movimiento político En Marche!, En Marcha, en abril de 2016), de 39 años, fue definido por la prensa internacional como “pro-mercado, progresista moderno, liberal y social”. Su contrincante recibió los calificativos de “antieuropea, anti euro, pro-soberanista y anti-inmigrantes”.
El debate televisivo final será el próximo miércoles 3 de mayo. Y las próximas elecciones legislativas, que definirán entre otras cosas la suerte de los dos partidos tradicionales, serán el 11 y 18 de junio.
Para Benasayag, ninguna de las dos alternativas representa una eventual mejora en las condiciones de vida de los sectores populares de Francia.
“Todo lo que puede hacer un gobierno de izquierda en este momento en Europa es ser un poco menos bruto con los trabajadores y con los inmigrantes, pero cambiar las estructuras es imposible, eso lo maneja el poder real”, afirmó.
Sobre el candidato de izquierda, que fue la sorpresa en la campaña pero no llegó a cruzar la frontera hacia la segunda vuelta, el investigador explicó: “Juega al revolucionario, pero viene del Partido Socialista que no tiene ya ninguna práctica de militancia de base, no tiene comités, ni siquiera retomó la tradición del viejo PC con todos sus defectos, que son los comités, las casas de cultura en los barrios. No hay nada, pura superestructura”.
Inmigración
El Colectivo Malgre Tout (A Pesar de Todo), que coordina Benasayag en Francia, ofrece contención social y asistencia jurídica a familias migrantes y cuenta además con una red clandestina de ayuda a refugiados. Con respecto a la migración, que es asociada automáticamente con los atentados que aterran a la población y que fueron eje principal de toda la campaña, explicó que no será lo mismo un presidente que otro: “Si gana Macron, la cosa no va a empeorar y dependerá de los movimientos de solidaridad con los migrantes, porque el tipo no es ni racista, ni fascista; es un neoliberal que tiene el termómetro puesto en lo macro-económico. Entonces, para los migrantes sí es una diferencia importante, porque si bien desde el punto de vista económico y laboral va a ser duro de todas maneras, para nosotros los militantes del margen no es lo mismo. Yo por supuesto no veo con ningún cariño que Macron sea presidente, pero tengo que aceptar que para mí no va a ser lo mismo continuar mi militancia con los indocumentados y los sin techo con Macron que con Le Pen”.
Por último, Benasayag, colaborador de varios medios en Argentina y Europa, concluyó sobre los límites del sistema democrático: “Los cambios no vienen de alguien que se haga elegir, los cambios los imponen las luchas de los pueblos que establecen las condiciones para que el elegido esté obligado a hacer algún cambio. Mélenchon no dio ninguna consigna de voto a su electorado, lo cual es un poco una traición a la tradición de izquierda antifascista, al frente antifascista que viene de la Segunda Guerra Mundial. Esperemos que Macron no gane con un porcentaje ajustado; por lo menos que haya un frente republicano del 65% que exprese que aunque todo vaya muy mal, no haya lugar para el fascismo.”
*MIGUEL BENASAYAG es investigador, escritor y psicoanalista franco-argentino. Escribió cerca de 30 libros en Francia y fundó una red de ayuda a familias migrantes. Es profesor de posgrado en la Universidad de Lille, condujo durante diez años un programa en la radio pública de Francia, es colaborador de varios medios gráficos y audiovisuales en Europa y Argentina, entre ellos Charlie Hebdo en Francia y el periódico MU de Buenos Aires. Fue preso político de la dictadura durante cuatro años por su militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Vive en Francia desde su exilio en la década del ’70.