Redacción Canal Abierto | Hace dos años, en Argentina se estableció el 9 de abril como el Día del Pago Igualitario. Se trata con esto de visibilizar que, mientras los hombres concluyen su año laboral el 31 de diciembre, las mujeres deben trabajar tres meses y nueve días más para igualar su salario.
La Organización Internacional del Trabajo informó que la brecha salarial entre ambos sexos es del 27,5%, alcanzando el 36% en el caso de las trabajadoras no registradas.
La economista de DAWN Feminist, Corina Rodríguez, sostuvo: “Tratar de imponer este Día del Pago Igualitario tiene que ver con visibilizar que la igualdad en la retribución por el trabajo de hombres y mujeres es todavía una aspiración. Poner un día para visibilizar esto es necesario porque hacen falta para que esta desigualdad se revierta”.
La desigualdad entre los ingresos deviene de los diferentes mecanismos de discriminación que se ejercen contra las mujeres. Ejemplo de esto es la sobre representación de las mujeres en ocupaciones que pagan menos, o que en promedio trabajan menos en el mercado laboral porque trabajan mucho más que los varones en el trabajo no remunerado, como lo son las tareas del hogar.
Por otra parte, el aumento de las mujeres en el mundo laboral ha incrementado el empleo doméstico de manera significativa, principalmente porque todavía hay un rechazo por parte de los hombres a tomar responsabilidad en el mantenimiento del hogar de manera equitativa.
“El empleo doméstico remunerado ha sido históricamente casi la única alternativa de participación laboral de mujeres de estratos socioeconómicos más bajos, con bajo nivel educativo y con trayectorias laborales muy precarias”, explicó Rodríguez.
Si bien la ley de 2010 logró derechos y mejoras para estas trabajadoras, el cumplimiento de ésta aún es difícil. Todavía hay un 60% de empleadas domésticas no registradas en el sistema. “No se les hace aportes de seguridad social con lo cual no tienen derecho a la prestación de salud ni a una jubilación cuando sean mayores”, comentó la economista.
Finalmente, Rodríguez encuentra en los feminismos de hoy al “actor principal de la transformación social más relevante frente a la crisis que están viviendo los movimientos sociales en general”.
Ante la avanzada de los sectores más conservadores y los gobiernos más reaccionarios y liberales “los feminismos son la esperanza y la opción de resistencia y de construcción de alternativas, no sólo para las mujeres sino para toda la sociedad”, sentenció.
Entrevista completa
Entrevista: Sil Juárez