Redacción Canal Abierto | Este miércoles, el acampe que los trabajadores despedidos por la empresa Electrolux sostienen frente a la fábrica de Rosario para reclamar su reincorporación fue atacado por una patota de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Edgardo Benedetti, uno de los trabajadores, murió.
“La versión que circula en algunos medios de comunicación que apunta a que el fallecimiento de un trabajador dentro de la fábrica habría sido el desenlace de la trifulca fuera de la misma y como producto del bloqueo del ingreso a las instalaciones tergiversa maliciosamente lo acontecido –relata el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) en un comunicado-. En ningún momento del día fue impedido el acceso a la planta, por lo cual la violencia ejercida por la patota sindical fue con el sólo objetivo de desalojar a lxs trabajadorxs despedidxs”.
“Ante el fallo del juez que plantea que hay un conflicto laboral abierto y que hay una protesta legítima, se avanza de hecho con violencia. Nosotros estábamos ahí, manifestándonos, y nos pegan, nos manosean. En el contexto del ataque, nos dicen que se descompensó un trabajador y llega la ambulancia que, como se puede ver en los videos, pasa con normalidad. Allí nos informan que se trataba de un delegado de la UOM de otra fábrica, que había venido con este conjunto de personas y que lamentablemente falleció”, explica Celina Tidoni, abogada de los trabajadores despedidos
Ese día, el juez Hernán Postma no había hecho lugar a la medida cautelar por la cual la firma solicitaba el desalojo de los trabajadores de la planta. En su fallo, el magistrado consideró que se trata de un conflicto laboral, no penal, que debe resolver el Ministerio de Trabajo y advirtió que «la violencia termina en hechos de más violencia».
La cautelar fue interpuesta por la fiscal Valeria Haurigot, sobre quien trascendió una escucha donde ella asesora a directivos de Electrolux respecto de las acciones que permitirían a las fuerzas policiales reprimir a los trabajadores y trabajadoras que sostienen el acampe desde hace semanas. El dictamen de Postma rechazando el pedido de la fiscal desencadenó la escalada.
Desde la UOM, cuya seccional local encabeza Antonio Donello, se apuraron a anunciar que Benedetti había discutido con un activista y murió porque los manifestantes no dejaron pasar la ambulancia. “Ante el fallo del juez que plantea que hay un conflicto laboral abierto y que hay una protesta legítima, se avanza de hecho con violencia. Nosotros estábamos ahí, manifestándonos, y nos pegan, nos manosean. En el contexto del ataque, nos dicen que se descompensó un trabajador y llega la ambulancia que, como se puede ver en los videos, pasa con normalidad. Allí nos informan que se trataba de un delegado de la UOM de otra fábrica, que había venido con este conjunto de personas y que lamentablemente falleció”, explica Celina Tidoni, abogada de los trabajadores despedidos, en diálogo con Canal Abierto, presente durante el ataque. Hoy, desde Emerger, una de las empresas de ambulancias que acudió a auxiliar al delegado, confirmaron a medios locales que pudieron ingresar normalmente.
Producto de la golpiza, hubo dos trabajadores que fueron hospitalizados y que ahora están recuperándose en sus casas. “Hacemos responsable a la empresa, al gobierno provincial de Miguel Lifschitz y al municipal de Mónica Fein por la integridad de las personas que se encontraban defendiendo sus puestos de trabajo”, aclararon desde el FOL.
Mañana por la mañana habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo, la cartera que deberá decidir cómo se resuelve este conflicto que comenzó hacia fines del año pasado. Por entonces, Electrolux firmó un proceso preventivo de crisis por caída de las ventas, luego del cual se sucedieron múltiples despidos y retiros voluntarios. Hace unos diez días anunció la última veintena, situación que concluyó en este acampe.