Redacción Canal Abierto | Finalmente, la misión de Fondo Monetario Internacional llegó este sábado a la Argentina para iniciar la quinta revisión del programa stand-by con nuestro país, se reunió este mediodía con el equipo económico local y por la tarde con el del principal candidato opositor, Alberto Fernández.
En ese marco de incertidumbre, donde los expertos especulan sobre el despliegue de una crisis todavía más profunda si los técnicos del organismo deciden no hacer el último desembolso –de 5.400 millones de dólares-, son pocas las voces que se alzan para cuestionar el origen de un acuerdo que, lejos de ayudar a las finanzas, profundizó la debacle argentina.
«Es necesario que el organismo asuma su responsabilidad y, de manera lógica y natural, posponga los compromisos que se concentran en el próximo periodo presidencial y que renuncie a seguir insistiendo en la fracasada agenda de política económica que en dicho acuerdo se promueve. Concretamente, la liquidación del Fondo de Garantía Previsional y la reforma previsional prevista, la reforma laboral, la reforma tributaria y la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central», sostuvo Claudio Lozano, economista y dirigente del partido Unidad Popular.
Asimismo, recordó que, al firmar este acuerdo con la Argentina el FMI incumplió sus propias normas, ya que su Carta Constitutiva prohíbe la concesión de créditos a países en situación de fuga de capitales. Al hacerlo “produjo (en complicidad con el actual gobierno) una intervención fallida sobre la economía argentina”, lo que lo vuelve “corresponsable” en la crisis económica y social del país.
En el comunicado, el dirigente también hizo hincapié en el carácter inconstitucional del crédito ya que el mismo no pasó por el Parlamento. Y agregó: “De no abrirse instancias de diálogo en esta dirección, nuestro país no renunciará, como integrante de las Naciones Unidas, a exigir una Auditoría del organismo que examine las irregularidades que han caracterizado la concesión del crédito y determine las responsabilidades concretas ya que el accionar del FMI se parece más al respaldo electoral al gobierno de Macri que a un acuerdo con el Estado argentino”.