Redacción Canal Abierto | A partir del enfrentamiento entre Camioneros y Mercado Libre -que se recalentó la semana pasada cuando el gremio bloqueó la entrada y salida de cinco de los centros de distribución de la empresa fundada por Marcos Galperin – la discusión sobre las condiciones laborales en pandemia quedó expuesta. Y las intenciones del empresariado argentino por flexibilizarlas, también.
De la mano del Convenio Colectivo de Trabajo 1591/2019 para su planta de logística en el Mercado Central, Mercado Libre, la empresa de e-commerce más grande de la región, estableció condiciones laborales para sus trabajadores que remiten a la Argentina anterior a 1945. Curioso, para una firma cuyo CEO, Juan Martín de la Serna, dijo en relación a la medida del gremio conducido por Hugo Moyano: “Lo que el sindicato de Camioneros quiere es aplicar un convenio de 1989, el 95% de la gente que empleamos no había nacido”.
“Este convenio se aplica sólo a los trabajadores del centro de almacenamiento y distribución que Mercado Libre posee en el Mercado Central de Buenos Aires, pero sirve como una muestra de qué reclaman los CEO cuando hablan de reforma laboral”, explica Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma.
Menos responsabilidad empresaria, menos derechos laborales
En efecto, el CCT que la empresa firmó con la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga que conduce Daniel Vila -y que se homologó en tiempo récord durante la gestión de Dante Sica en la cartera laboral- reduce la responsabilidad empresaria, desaparece la jornada laboral, y limita el derecho a huelga, que queda supeditado a negociaciones previas y obligatorias de casi dos meses.
“Los límites a la jornada laboral se desdibujan por completo. Desaparecen la jornada de 8 horas diarias y las horas extras, se flexibilizan el descanso semanal y las vacaciones. La vida extra laboral del trabajador queda supeditada a las necesidades operativas de la empresa -detalla Campos-. La jornada mensual es de 192 horas y se crea un banco de horas semestral para compensar el tiempo trabajado en exceso. Por ejemplo, se pueden trabajar 12 horas por día por dos semanas y luego compensarlas con días de 4 horas. Todo sin horas extras, obvio”.
Del mismo modo, el convenio del Mercado Central habilita turnos fijos y/o rotativos que la empresa puede modificar a discreción, la desaparición de las categorías (es decir que los trabajadores estén obligados a realizar cualquier tarea necesaria), que el descanso semanal pueda caer en cualquier día, y que las vacaciones puedan ser otorgadas en cualquier momento del año y fraccionarse en períodos de siete días corridos de acuerdo a las necesidades operativas de Mercado Libre.
Pero, además, esconde un huevo de la serpiente vital en tiempos de pandemia: “El convenio habilita la suspensión de tareas con pago del 50% del salario cuando el predio deje de operar total o parcialmente debido a emergencias climáticas, conflictos sociales, falta de suministro eléctrico o atrasos en el normal abastecimiento, entre otras razones”, afirma Campos.
No van por los sindicatos, van por la reforma laboral
El bloqueo de Camioneros responde a su puja por encuadrar a los trabajadores del Mercado Central en los convenios de su sindicato. Así, el gremio de Moyano se sumó a un reclamo similar de otro peso pesado del sindicalismo nacional, la Asociación Bancaria de Sergio Palazzo. Sucede que Mercado Libre, la empresa de mayor valor bursátil del país, reconvirtió gran parte de su negocio de compra y venta a la operación de productos financieros. Pero los 10.215 empleados que reconoce siguen encuadrados bajo el convenio de comercio. Esta situación vulnera derechos laborales.
A cambio, el sindicato de Vila obtuvo sus beneficios: Mercado Libre aceptó descontar el 2% del salario a todos los trabajadores comprendidos en el convenio, incluidos los no afiliados, y realizar un aporte a la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga equivalente al 3% de la masa salarial de los primeros cien trabajadores, del 2% por los siguientes cien, y del 1% por los siguientes cien.
Desde que la empresa de Galperin logró la homologación de este CCT cuando su amigo Mauricio Macri conducía el país, las cámaras empresarias pugnan por conseguir flexibilizaciones similares para todos los gremios, reforma laboral mediante.
Pese a las declaraciones belicosas de la dirigencia de la empresa contra la conducción de Camioneros por el bloqueo, para Campos se trata de algo más grande, que establece un antecedente peligroso para los trabajadores de todos los sectores: “A Mercado Libre no le molestan los sindicatos. Su objetivo es elegir con qué sindicato negociar y bajo qué condiciones”.