Redacción Canal Abierto | En la lucha contra el COVID-19, la Sputnik V ilusionó al mundo cuando las autoridades rusas pidieron ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) la preclasificación de su vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2. Paso clave para obtener la aprobación para distribuirla y aplicarla en todo el planeta.
“Los resultados fueron muy buenos porque el nivel de desarrollo es muy avanzado. Por lo que nos dicen, están culminando la fase tres. Estarían en condiciones de darnos 10 millones de dosis, de las dos dosis, en diciembre. Y en los primeros días de enero, 15 millones de dosis más. Eso nos permitiría vacunar a los sectores que están en riesgo en la Argentina”, informó el presidente Alberto Fernández.
Como resultado del anuncio, se encendieron inmediatamente las voces de alarma de los opinadores mediáticos devenidos en epidemiólogos sobre los peligros de aplicarse esta vacuna que, dicen, no sería segura. Lo que no aclaran es por qué.
Para despejar dudas, Canal Abierto habló con Javier Farina, médico infectólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y asesor presidencial quien fue categórico: “Hay que esperar el desarrollo de la fase 3, los resultados, la evaluación de los resultados, y la aprobación por distintos organismos, incluyendo la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), para la vacunación masiva”.
El proceso
Recientemente, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, viajó a Rusia para informarse sobre la Sputnik V, patentada en ese país a mediados de agosto. El viaje, según explicó el Presidente, fue para iniciar los trámites de adquisición de las dosis una vez que la vacuna esté aprobada.
“La Sputnik V está en la fase 3. Ya fue publicada la fase 2 en la revista Lancet, que demostró seguridad y algo de respuesta de anticuerpos y ahora hay que evaluar en la fase 3, que es con más cantidad de personas –detalló Farina-. Nada hace suponer que sea más efectiva ni segura que otras vacunas. Entiendo que la estrategia del Gobierno es tratar de hacer acuerdos similares a éste con distintas vacunas y tener la mayor cantidad de posibilidades para el momento en que estén aprobadas, posterior a la fase 3”.
“Hay que esperar la fase 3, los resultados, evaluación y aprobación de distintos organismos, incluida la ANMAT. Cuando se inicia la vacunación masiva, las vacunas son seguras porque han pasado numerosos pasos”, explica el infectólogo @drjavierfarina sobre la #VacunaRusa #SputnikV pic.twitter.com/24xzGxAelF
— Canal Abierto (@canalabiertoar) November 4, 2020
La vacuna rusa está financiada por el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) y fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación en Epidemiología y Microbiología, N. F. Gamaleya, que depende del Ministerio de Salud de la Federación Rusa.
Según la publicación en la revista médica Lancet, a la que hace referencia Farina, el 100% de los adultos sanos que participaron de los ensayos en las fases 1 y 2 desarrollaron respuesta inmune frente al SARS-CoV-2, causante del COVID-19, y no provocó reacciones adversas.
Seguridad y respuesta inmune
“La vacuna funciona a partir de un vector viral, que es un adenovirus cinco, que no generaría infección en las personas –explicó el infectólogo-. El adenovirus está modificado y contiene la proteína S del Sars-CoV-2 en su membrana, con lo cual, cuando ingresa al organismo, el cuerpo genera anticuerpos e inmunidad celular frente a la proteína S del Sars-CoV-2 y por eso podría ser efectiva para prevenir Covid-19”.
Su forma de presentación es liofilizada, lo que significa que se trata de un polvo que se mezcla con un excipiente para ser disuelto e inyectado por vía intramuscular.
“Las vacunas, cuando se inicia la vacunación masiva, son seguras, porque han pasado numerosos pasos para la misma, y muy rigurosos, con un análisis por comités externos importantes. Salvan millones de vidas y es el camino para seguir previniendo enfermedades infecciosas”, finalizó Farina.
Ilustración: Marcelo Spotti