Redacción Canal Abierto | Tras un año de prisión preventiva en el Estado Plurinacional de Bolivia y complicaciones en su salud, el fotoperiodista Facundo Molares Schoenfeld será puesto en libertad.
“Se encuentra con medidas sustitutivas a la detención preventiva y se va a poder defender en libertad”, informó su abogado, Marco Antonio Justiniano, a la Agencia Boliviana de Información.
El fotógrafo fue detenido por el gobierno de facto de Jeanine Áñez el 11 de noviembre de 2019 en medio de las protestas Montero, departamento de Santa Cruz, cuando cubría las manifestaciones populares tras las elecciones generales que le habían dado la reelección a Evo Morales.
Desde entonces permaneció detenido, investigado por supuesto homicidio, asociación delictuosa e instigación pública a delinquir.
Al tiempo, el trabajador de prensa tuvo que ser hospitalizado por una insuficiencia real y hace días se informó que había contraído coronavirus.
La semana pasada, organizaciones de Derechos Humanos -entre ellas Abuelas y Madres de Plaza de Mayo- volvieron a pedir por la repatriación de Molares Schoenfeld por razones humanitarias “ante la grave situación y riesgo de vida”.
“El estado de salud de Facundo se agrava cada vez más: hoy se detectó líquido en los pulmones, por lo cual fue trasladado con urgencia a una unidad sanitaria, donde se le practicó un hisopado que dio positivo de COVID-19”, relataron en un comunicado.
Preso político
Por su parte, el 1 de octubre la Cancillería argentina había presentado un pedido formal ante Bolivia para que efectivice la liberación de Molares «de manera urgente» y denunció que el joven sufría una «situación de denegación de justicia».
Con la asunción del nuevo presidente, Luis Arce, el propio canciller Felipe Solá participó de las gestiones que terminaron con la autorización por parte del Tribunal Número 1 Penal de Sentencia de Montero a que la prisión preventiva pueda ser sustituida por otras instancias, según informó Cancillería.
“El otro gobierno, al que la Argentina no reconoció, lo había convertido en un preso político, aduciendo antecedentes pero sin ninguna prueba de acción ilegal en Bolivia”, sostuvo Solá en declaraciones radiales.
La Justicia boliviana también resolvió que el reportero reciba atención médica en la Argentina, donde deberá presentarse periódicamente ante el Consulado boliviano en Buenos Aires hasta que se resuelva el caso de fondo.
“Una vez que él (Molares) recupere su salud por completo, llegará a Santa Cruz para cumplir las medidas dictadas por el tribunal”, explicó Justiniano.