Canal Abierto Radio | La licenciada en psicología y educadora Ana Carolina Ferreyra explicó cuatro aristas para mirar las discusiones sobre la presencialidad. Por un lado, la impulsividad de algunos sectores en complicidad con los medios hegemónicos de comunicación; a la vez, la incapacidad de hacer frente a las frustraciones y vulnerabilidades propias y de las niñeces; también la ruptura de los lazos sociales; y por último, pero menos abordado, las desigualdades en acceso a tecnología y conectividad de muchos sectores.
“Nuestros niños, niñas y adolescentes ameritan que pongamos ese velo de protección que los deje a salvo de nuestros impulsos por no poder pensar y lo que se ha visto en los medios es que se actúa muy impulsivamente” señaló.
Hay una dimensión socio-histórica cultural, acompañada por el neoliberalismo e individualismo, “en donde todos los consumidores toleramos muy poco las incertidumbres, las dificultades y todo lo que tiene que ver con el conflicto. El malestar tiene mala prensa: hay que ser feliz, a los chicos no hay que frustrarlos. La tendencia a la ser productivo o productiva y el «estar bien” que impone el capitalismo depredador desliga a los adultos y adultas de proteger a las niñeces de las frustraciones», indicó Ferreyra.
La especialista señaló que la ruptura de los lazos sociales “hace que ni siquiera podemos decirle a nuestros niños en nuestro afán protector `mirá yo te entiendo, que bueno que extrañes la escuela pero en este momento nos tenemos que cuidar todos´”.
Las instituciones donde se tercerizan muchas de estas cuestiones, están siendo utilizadas por los sectores que horadaron y desfinanciaron el campo educativo. “La escuela ocupaba una cantidad de cosas y ahora que no está, resulta que nos damos cuenta de lo necesaria que era, la función organizadora para la vida cotidiana y un montón de otras cuestiones. Y hay quienes están haciendo un uso muy inteligentemente de eso”, que son los mismos que tienen llegada a los medios hegemónicos.
“El pasaje a la educación remota de emergencia, aun cuando tenemos un año en el medio, incrementa las desigualdades preexistentes y eso es doloroso y terrible. Pero me llama la atención que, por lo general, quienes abogan por la ‘presencialidad ya’ no son los sectores que no tienen a mano los recursos tecnológicos o virtuales para continuar la educación de manera virtualizada. Por eso sospecho mucho de todo” expresó la psicóloga.
Ferreyra remarcó que “educación no es sinónimo de presencialidad” y hay miles de experiencias que lo demuestran. “Los mismos que están diciendo volvamos a la escuela, abracemos la escuela, son los que no repartieron computadoras, desfinanciaron el conectar igualdad, y la verdad es que es doloroso” disparó. Y aunque el gran problema son las desigualdades en acceso a tecnología y conectividad pero “lamentablemente no es sobre esto lo que se está discutiendo”.