Redacción Canal Abierto | Finalmente, el economista liberal y candidato a diputado nacional por Avanza Libertad, José Luis Espert, difundió su plataforma electoral donde desarrolla exhaustivamente su plan de gobierno.
La misma incluye una serie de reformas que van todavía más lejos en la liberalización de la economía y el corrimiento del Estado como garante de derechos de lo que los candidatos de ese espacio se animan a decir en campaña.
En 51 páginas, Avanza Libertad desarrolla sus ideas sobre comercio exterior, la administración estatal, jubilaciones, impuestos, política fiscal, salud, seguridad e inmigrantes, entre otros. Pero donde las alarmas saltaron fue, sobre todo, en lo que respecta a educación, reforma laboral y política social.
Sobre este último punto, Espert propone reducir la Asignación Universal por Hijo (AUH) que, según explica, “funciona como un subsidio al desempleo permanente y a la maternidad irresponsable”. Considera que este apoyo queda cubierto garantizando la escolaridad básica gratuita (que ya existe) y el “auxilio alimentario de los comedores escolares” (que también existen). En la transición hasta desaparecer, la plataforma liberal propone pagar la AUH sólo por niños hasta 12 años, con un máximo de dos hijos por madre, y con pagos menores en las madres jóvenes como medida para “desincentivar el embarazo precoz y fomentar una maternidad responsable”.
Otro de los puntos que generaron resquemores fue el arancelamiento de las universidades públicas, medida que en su momento sugirió Cambiemos durante la presidencia de Mauricio Macri y generó movilizaciones multitudinarias en rechazo. Para el espacio de Espert la gratuidad universitaria debería reemplazarse por un sistema de becas para los alumnos con méritos académicos “suficientes” y “demostrados”, ya sea para estudiar en la universidad pública o la privada. Y con un direccionamiento por parte del Estado hacia determinadas orientaciones: más becas para estudiar educación y medicina, un poco menos para inscribirse en ciencias duras, y el final de la lista quienes quieran estudiar ciencias sociales.
“Las universidades públicas tendrán que arancelar la enseñanza y reestructurar su oferta académica para adecuarse a la demanda del alumnado, tal como lo hace cualquier universidad privada”, sentencia la plataforma.
El punto más álgido: la reforma laboral
Pese a todo lo anterior los proyectos de Avanza Libertad tocan un punto aún más ríspido que encendió las alarmas: la flexibilización laboral y la limitación o eliminación del derecho a huelga, bajo pena de prisión.
Para Espert, existe “un problema político primario”: “el comportamiento del movimiento sindical que, amparado por las leyes vigentes y por costumbres antirrepublicanas asumidas como normales, abusa de una participación pública con fines políticos extorsivos, procurando resolver en las calles lo que se debería dirimir en el Congreso”. Con el objetivo de ponerle fin, Avanza Libertad propone eliminar “la capacidad de extorsión del aparato sindical a través de las huelgas generales y de la ocupación de los espacios públicos (…) anomalía (que) también se aplica al comportamiento de los representantes de los trabajadores informales y los desempleados”.
Más detalladamente, sostiene que hay que “limitar el derecho de huelga en cualquier actividad, previendo etapas previas de conciliación entre las partes”. También aclara que los días de huelga no se pagarán. Además, los paros sólo serían legales en condiciones “explicitadas taxativamente”, y habría “condena de multa, inhabilitación y prisión” para los dirigentes sindicales que convoquen a medidas de fuerza que no se ajusten a esas condiciones. Resta saber cuáles serían esas condiciones, ya que la plataforma no lo aclara.
Las medidas son aún más restrictivas para los docentes, quienes –de prosperar las medidas de Espert– sólo podrán hacer huelga por “causales extraordinarias” (no especificadas), y para los empleados estatales y de servicios esenciales privatizados, quienes “no tendrán derecho a la huelga” en ningún caso. Además, los liberales proponen reemplazar las negociaciones colectivas por actividad, por negociaciones a nivel empresa.
Finalmente, Avanza Libertad sugiere eliminar “el régimen de indemnizaciones sin justa causa” y reemplazarlo “por un seguro de desempleo”.
Luego utiliza un concepto que suena fuerte en el imaginario social argentino, sin eufemismos: “flexibilización laboral”. “Se flexibilizarán los plazos y modos de contratación; se reconocerá el carácter multifuncional, multiprofesional y polivalente de las tareas; se permitirá una movilidad funcional y de localización; se incorporará el trabajo a distancia y desde el hogar; se permitirán esquemas de remuneración flexible basados en productividad y en beneficios”, proyecta.
Milei y Espert: tan lejos y tan cerca
Consultado por estas propuestas, su par en Ciudad de Buenos Aires, Javier Milei, se despegó parcialmente en declaraciones a Ernesto Tenembaum en Radio con Vos, recordando que él pertenece a un partido diferente (La Libertad Avanza), aunque con miradas similares.
En relación a la AUH, dijo no estar de acuerdo. “¿Quién soy yo, desde el Estado, para meterme en las decisiones de los individuos, en la determinación del tamaño de la familia? –reflexionó–. La revisión de los programas sociales tendría que ser una segunda generación de reformas, con una economía robusta y creciendo por varios años. Una vez que estás en ese contexto los programas sociales son abandonados por las personas, y no las personas por los programas”.
Pero no fue tan enfático sobre el resto de las medidas propuestas por Espert. Sobre las universidades, Milei dijo estar “de acuerdo con un sistema de vouchers” y otro de becas, en el cual “todas las instituciones son aranceladas y vos con tu voucher asistís a la que prefieras”. “Es una forma de implementar un sistema de competencia entre instituciones porque lo que hace es mejorar la calidad del servicio”, aseguró.
Sobre la flexibilización laboral sólo comentó: “La huelga es un derecho consagrado en la Constitución”.
Mientras se alejó sin alejarse de Espert, Milei se acercó al expresidente Mauricio Macri, con quien confesó haber tenido una reunión poco antes de las PASO y a quien excluyó de la “casta política” a la que afirma combatir. “Cuando llegó (al Gobierno) Macri tenía un discurso muy razonable, muy entendible –sostuvo el autodenominado libertario–. Tenía un discurso liberal, el problema fue quienes lo acompañaron”.
Por su parte y pese a que apoya a Juntos por el Cambio estas elecciones, Macri acercó posiciones con el candidato de La Libertad Avanza en una entrevista que dio ayer a LN+ donde aseguró: “Las ideas que expresa Milei son las que siempre he expresado yo”. Y así terminó de confirmar que el abanico político en estas elecciones es más pequeño de lo que aparenta ser.