Por Melissa Zenobi | La periodista de la CNN, Amanda Davies entrevistó al presidente de la comisión organizadora del Mundial de Qatar 2022, Nasser Al-Khater, sobre varios aspectos de la competencia. Sin embargo, la charla se volvió viral justamente por la tensa conversación en relación a la homosexualidad y su libertad en el país árabe.
Al-Khater afirmó que todas las personas de la comunidad LGBTIQ+ podrán participar de las distintas instancias y partidos del mundial. Sin embargo, aclaró: “Las demostraciones públicas de afecto (entre homosexuales) están mal vistas y esto se aplica a todos”.
“Qatar y los países vecinos son mucho más conservadores y pedimos a los aficionados que respeten. Estamos seguros de que lo harán. Así como nosotros respetamos las diferentes culturas, esperamos que la nuestra también lo sea”, indicó el representante de la comisión organizadora del evento futbolístico más importante del mundo.
Finalmente, y en medio de esta tensa entrevista, a la CNN, Al-Khater aclaró: “Los miembros de la comunidad LGBTIQ+ vendrán a Qatar como aficionados y asistentes a un torneo de fútbol y podrán hacer lo que haría cualquier otro ser humano”.
Penalidad
Qatar es un Estado soberano árabe que se encuentra ubicado en el oeste de Asia, en el este de la península arábiga. En el artículo 201 del Código Penal (sancionado en 1971) se castigaban todas aquellas relaciones consensuadas entre personas del mismo género. Las penas pueden ser de más de cinco años de cárcel, y si se trataba de musulmanes, podrían ser ejecutados. En caso de que la “infracción” sea cometida por un extranjero se lo exhorta a dejar el país.
Recién en 2004 el Código Penal fue modificado. Sin embargo el nuevo código se refiere a las relaciones entre personas del mismo género como “Instigación del libertinaje, la disipación y la fornicación”.
En este nuevo código las relaciones homosexuales continúan siendo prohibidas –como también lo es el adulterio cometido por mujeres- con penas que van de tres a cinco años de prisión, tanto por quién “llevase, instigase o sedujese a un hombre de cualquier manera para practicar la sodomía” (artículo 296), o a quien “haga de la sodomía o el adulterio una profesión” (artículo 298).
En Qatar, el 98,23% de su población se declara creyente. De ese total, casi la mitad (el 47%) practica el Islam, principal religión en medio oriente, mientras que en segundo lugar se encuentra la profesión del hinduismo, con un 26,48% de creyentes.
Tutela y desigualdad
Qatar tiene una población de 2.684.000 personas, y 2.165.135 son varones. En términos binarios y biologicistas, esto significa que las mujeres sólo representan el 20% de la población total. Con la lucha que llevan adelante las mujeres por alcanzar los mismos derechos que los varones, en 1999 consiguieron votar por primera vez y ocupar altos cargos en el gobierno.
Sin embargo, en Qatar sigue vigente la tutela masculina, una reglamentación por la cual necesitan permiso de sus tutores masculinos para casarse, estudiar en el extranjero con becas del gobierno, acceder a empleos, viajar al extranjero, y recibir atención en relación a la salud reproductiva. Tampoco pueden desempeñarse como tutoras principales de sus hijos e hijas, aunque estén divorciadas y tengan la custodia legal.
En marco de la popularidad que genera la Copa del Mundo, la organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos, Human Rights Watch presentó un informe de 94 páginas llamado “‘Everything I Have to Do is Tied to a Man’: Women and Qatar’s Male Guardianship Rules” (Todo lo que tengo que hacer está ligado a un hombre: Las mujeres y las normas de tutela masculina en Qatar).
Allí se analiza el alcance de la tutela masculina en la vida civil, política y económica de las mujeres. “La tutela masculina refuerza el poder y el control que tienen los hombres sobre las vidas y elecciones de las mujeres y puede alentar o propiciar situaciones de violencia, lo que deja a las mujeres con menos opciones viables para escapar del abuso en la familia o por parte de sus esposos”, explica Rothna Begum, investigadora del Human Rights Watch.
El informe fue elaborado con el análisis de 27 leyes, así como de regulaciones, políticas, formularios, comunicaciones por escrito con el Gobierno y 73 entrevistas, entre ellas, 50 entrevistas a fondo con mujeres afectadas por este sistema. “Las mujeres en Qatar han derribado obstáculos y logrado importantes avances en áreas como la educación; sin embargo, aún tienen que enfrentarse a normas oficiales de tutela masculina que limitan su capacidad de llevar adelante vidas plenas, productivas e independientes”, destacó Begum.