Redacción Canal Abierto | Ante la seguidilla de muertes producidas por una intoxicación de cocaína con otra sustancia, que al momento de redactar esta nota alcanzaba las 20 víctimas fatales y 74 internados, el gobierno bonaerense lanzó un alerta epidemiológico urgente a los consumidores. En la misma se recomienda que quienes hubieran consumido cocaína o pasta base y registraran síntomas de problemas respiratorios, excitación o somnolencia acudan en forma urgente a un centro de salud.
Desde el gobierno de la provincia señalaban que “lo importante era salvar vidas”. La mirada del problema pone el énfasis en el carácter sanitario. La recomendación advertía que quienes hubiesen comprado cocaína en Tres de Febrero, San Martín, Hurlingham, Morón, Ituzaingó, Tigre, General Rodríguez y Moreno no la consumieran.
“En esta ocasión primó un discurso sanitario. Es llamativo y es muy bueno. Sacar una alerta sanitaria pidiendo a las personas que hayan consumido cocaína tanto clorhidrato como pasta base, porque hay mucha gente que la cocina y hace crack, es lo correcto”, señala Emilio Ruchansky, periodista, editor adjunto de la revista THC e integrante del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCA). “Además esta idea de que no hay que estigmatizar a las personas ni prejuzgarlas, todo eso como mensaje sanitario es excelente. Hacer una alerta epidemiológica advirtiendo a las personas que hayan comprado en las últimas 24 horas en determinados distritos que no consuman es lo correcto”.
Nuestra sociedad, y la representación política en particular, se debe una discusión seria sobre la penalización de los consumos de sustancias, este tendal de muertos o los de Time Warp en 2016, reclaman una respuesta.
-Cuándo pasan estas cosas uno tiende a ver si se puede abrir la discusión sobre la despenalización de la tenencia para consumo personal como lo pide la Corte, en el año 2009 con el fallo Arriola. ¿Por qué? Porque hay gente que no se acercó al hospital por miedo, por miedo a ser criminalizado, por tener que dar explicaciones a la policía y la verdad es que a esta altura de nuestra democracia, es muy fuerte que todavía se siga criminalizado un aspecto de salud.
Es tremendo porque es probable que haya gente que haya muerto por miedo a ir a un hospital, por miedo a que lo pare la Policía o gente que no haya llevado a un familiar por eso, porque sabe que estaba en situación de consumo. Esta situación abre ese debate.
Vos en tu libro “Un mundo con drogas” contás la experiencia de Portugal.
-Portugal es un ejemplo interesante porque es una despenalización pero no de las sustancias, se despenaliza la conducta de tener cualquier sustancia. Eso es importante aclararlo. porque hay un miedo a que esto sea la liberalización de cualquier sustancia y Portugal no hizo eso.
[mks_toggle title=»El caso de Portugal» state=»open»]En abril de 1999 Portugal decidió despenalizar el consumo de todas las drogas. Así bajó un 50% sus índices de infección con VIH entre los consumidores, redujo su población carcelaria por motivos relacionados con drogas del 75% al 45%, y si bien el consumo de sustancias no se descendió, bajó sensiblemente el consumo de heroína y cocaína, estupefacientes que generan mayores problemáticas sanitarias y sociales.[/mks_toggle]
-Portugal tiene un defecto y es que obliga a las personas que son consumidoras y están en infracción con la ley a tratarse, nosotros creemos que esto tiene que ser voluntario. Salvo en casos en que haya un riesgo cierto e inminente de dañarse su propia salud como lo establece la Ley de Salud Mental y Adicciones en Argentina desde el año 2010. Es decir se puede internar a alguien contra su voluntad pero tiene que haber un riesgo para sí o para terceros.
Más allá de ese tema, es interesante lo hecho en Portugal y creo que es más interesante aún lo que lo que hacen Suiza, Holanda, España y también lo están haciendo Uruguay, Colombia y México de testear sustancias, permitir el testeo de sustancias.
Reducción de daños
¿De qué se trata el testeo de sustancias?
-Consiste en que las personas que consumen, por ejemplo en una fiesta electrónica, puedan acercarse a una carpa donde puedan raspar un poquito la pastilla que van a consumir y ahí se hace un reactivo que se llama Test de Marquis que te dice si efectivamente lo que vas a consumir tiene MDMA en el caso del éxtasis o si tiene cocaína en el caso de la cocaína.
También se hacen test diferidos que te permiten llevar un poco de una sustancia sobre la que se tiene dudas y estudiarla en un cromatógrafo de capa fina y ese instrumento lo que hace es emitir un ticket con el detalle de todas las sustancia qué contiene la droga. Eso te permite saber cómo utilizarla, cómo dosificarla o descartarla. Además permite al Estado tener un mapeo en tiempo real de las sustancias ilegales que están circulando.
Para aplicar esta política no es necesario que se despenalicen las sustancias o la despenalización de la tenencia. En Argentina se puede hacer porque la Ley de Salud Mental habla de la estrategia de Reducción de Riesgos y Daños como una estrategia posible, por lo tanto es legal. De hecho, en Mar del Plata este verano hubo testeos, hubo fiestas donde hubo testeos de sustancias. Pero tiene que ser una política de Estado.
Pese a que hay discusiones profundas y avanzadas hacia políticas de despenalización tanto en la política como en la academia, ¿por qué no se avanza?
-No se avanza, en parte, por miedo a la iglesia católica y las iglesias evangelistas. Hay todo un sector religioso muy en contra que opera muy bien en los medios de comunicación. Hay sectores ligados a las comunidades terapéuticas que históricamente se han opuesto. Y lo más peligroso son los sectores ligados a la seguridad: la regulación policial de las drogas, donde la policía tiene una caja y una participación directa en todo el proceso de tráfico y venta de sustancias. Se afectan intereses económicos muy fuertes.
Se habla de una guerra narco en torno a los hechos recientes, ¿cuál es tu opinión?
-No creo en ese enfoque. Rebajar cocaína con opioides no es negocio. Hay algo raro y espero que la investigación evidencie lo que haya que evidenciar. Espero que no se centre en esta supuesta guerra narco. Puede ser que haya sido una prueba de alguien para ver qué pasaba, para ver como resultaba cortar con estos opioides. Lo que hay que hacer es cortar la distribución urgentemente y creo que se está haciendo.