Redacción Canal Abierto | En su Congreso número cincuenta, la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE) eligió a un nuevo Comité Ejecutivo para el período 2017-2021. Como presidente fue reelegido Julio Fuentes, Secretario Adjunto de ATE Nacional, quien cumple ese rol desde 2012.
En diálogo con Canal Abierto, Fuentes contó que esta etapa del organismo debe ir acompañada de «un fuerte análisis por la vuelta al neoliberalismo en los gobiernos de la región». «Nos estamos preparando para una nueva resistencia, y también para construir alternativas -sostuvo-. Porque si no lo hacemos, corremos el riesgo de entrar en un circuito donde a un gobierno neoliberal le sigue un gobierno progresista, por llamarles de alguna manera. Y lo que necesitamos es construir una alternativa desde los trabajadores».
-En este marco, ¿cuál es la situación de los trabajadores estatales en Latinoamérica?
-Durante la década anterior, hubo una etapa de altos ingresos para los estados de América Latina y el Caribe, con el aumento en los precios de los commodities. La baja de esos precios lo que lamentablemente implica es la tremenda receta del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional: ajuste. Y ese ajuste recae sobre los trabajadores del Estado y sobre los pueblos en general. La reflexión que tenemos que hacer es cómo nos paramos ante esta realidad, cómo recuperamos nuestra historia de lucha.
-¿Cuáles son los desafíos de CLATE en esa construcción de una alternativa popular?
-En los últimos años crecimos mucho, y ahora nos estamos preparando para un nuevo crecimiento, el de transformar a CLATE no sólo en un instrumento de comunicación, de organización, sino también en un instrumento de cambio.
Durante su discurso de asunción, en el Congreso Cincuentenario que se realizó en Cartagena, Colombia, Fuentes también llamó a hacer algo más que resistir: “Las organizaciones obreras tenemos que combatir esta cultura consumista del capitalismo. Hay que construir una nueva cultura porque para seguir alimentando la cultura del sistema capitalista tienen que saquear nuestro territorio”.
Asimismo, recordó que la llegada al poder de los gobiernos latinoamericanos de la última década fue gracias a que «hubo resistencia, hubo lucha, hubo construcción de poder, y hubo representaciones políticas que asumieron esa demanda». Y que su error fue no entender que «esa nueva etapa no era sólo cuestión de distribuir los excedentes que podían tener los presupuestos de los Estados por el valor de los productos de exportación. Había que darle a nuestro pueblo, a la clase obrera, más poder».