Canal Abierto Radio | Con la llegada de las bajas temperaturas, comenzó a visibilizarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) la problemática permanente de acceso a la vivienda que atraviesan muchísimas personas y familias que viven en situación de calle en el distrito gobernado por Horacio Rodríguez Larreta.
“La problemática es todo el año pero ahora se complejiza un poco más ante la posibilidad de hipotermias y cuestiones que tienen que ver con la salud de las personas que están en la calle. Vemos que continúa la inercia por parte de los gobiernos en relación a una estructura permanente y que no sea sólo algo del invierno, lo que hace que se dificulte el proceso de la gente en general”, sostuvo Horacio Ávila, de la organización Proyecto 7, en diálogo con Canal Abierto Radio.
Asimismo, habló sobre el acceso a alquileres: “Los hoteles son un tema, sobre todo en CABA por su valor y porque no están en condiciones de habitabilidad real ya que tienen deficiencias edilicias; una habitación de hotel hoy sale cerca de 25 mil pesos mensuales y algunas ni siquiera tienen ventana”, remarcó asegurando que “esto está resolviendo un montón de situaciones de no construcción de viviendas para las clases más bajas en CABA desde hace muchos años -desde Ibarra en adelante te diría- porque al no tener garantía, un seguro de caución y el pago de tres meses de alquiler a la gente no le está quedando otra que esas habitaciones de hotel o pensiones que se aprovechan de la situación cobrando ese dinero. Pero es eso o la calle”, sostuvo.
Asimismo, habló sobre los lugares dispuestos por el gobierno de la cuidad: “Los albergues son una discusión eterna. El tema es que en muchos de los lugares que tiene la Ciudad e iglesias son muy exigentes con los ingresos y la calidad no es adecuada para la gente, además de ser expulsivos”.
Al ser consultado sobre el discurso a través del cual Juan Carr, integrante de Red Solidaria, se excusa frente a la problemática señalando la disposición de paradores a los que la gente “no quiere ir”, Ávila expresó: “Esto está instalado y no es real. Trabajamos hace 20 años, las 24 horas los 365 días del año; así que no creo en alguien que arma un comedor monstruoso en plena Plaza de Mayo, con un poder político enorme y que se podría focalizar en hacer cosas más de fondo porque debería preguntarse por qué la gente no quiere ir”.
“Los dispositivos tienen medidas extremas de seguridad, con normativas casi incumplibles”, agregó señalando que en los cuatro lugares que trabajan desde Proyecto 7 son más accesibles y permisivos: “Pueden entrar con perros, guardar los carros para salir a trabajar al otro día, flexibilización en el horario a personas que consiguen trabajo y están pudiendo desarrollar alguna actividad económica, cosa que en otros lugares no pasan. Armar una ranchada para vivir en la calle cuesta un montón y no lo rescindís por ir a un lugar donde no sabés si al otro día podés volver”.
Ávila contó que han recibido muchas denuncias de ranchadas que son levantadas por el Servicio de Higiene Urbana del Gobierno de CABA y la policía que “lamentablemente repiten la metodología que ya fue denunciada en una causa en la que está involucrado el expresidente Macri y funcionarios actuales”. “Pensamos que se había entendido que no era esa la lógica con la que se trabaja con personas en situación de calle pero aparentemente están volviendo con los manguerazos de agua a las 3 am con este frío en las veredas donde está la gente a la que, obviamente, no les queda otra que levantarse, agarrar sus cosas e irse a otro lugar”, indicó.
Y finalizó: “Tienen distintas metodologías para desarmar las ranchadas absolutamente deplorables, perversas y crueles que siguen pasando en la Ciudad porque no dan las respuestas adecuadas para la cantidad de población que están teniendo en la calle”.