Redacción Canal Abierto | Los trabajadores de organismos de aviación rechazaron los dichos del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, sobre las fallas en los controles de la aeronave perdida en el Delta que se busca intensamente desde hace diez días.
La avioneta de matrícula LV-MCV despegó del aeródromo de San Fernando rumbo a Formosa el 24 de julio a las 14.30. Llevaba tres personas a bordo. La torre de control perdió contacto con la aeronave a los pocos minutos y desde entonces se la busca activamente mientras se despliegan diferentes hipótesis sobre su destino.
La última atribuye la desaparición a fallas en los controles aéreos, según sostuvo el propio Dietrich durante la noche del miércoles. En referencia a sus declaraciones, las juntas internas de la Asociación de Trabajadores del Estado en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANEA) emitieron un comunicado en el que desligaron de toda responsabilidad a los trabajadores de los aeropuertos de San Fernando y de Aeroparque y, por el contrario, apuntaron hacia las autoridades.
El comunicado señala “como absolutos responsables a los directivos de ANAC y de EANA S.E., quienes comparten compromiso ante la ley en las diferentes etapas de búsqueda y salvamento que sean requeridas por las aeronaves que operan en el territorio nacional, conforme lo establecen reglamentos aeronáuticos de organismos internacionales”.
Las denuncias de los miembros del organismo son de larga data. En varias oportunidades han advertido sobre la falta de mantenimiento y la precariedad del equipamiento, producto del escaso presupuesto. También han puesto de manifiesto la mala diagramación de procedimientos y la escasa inversión en capacitar a los trabajadores. “El desenlace de todo esto es una aeronave desaparecida hace diez días y la pelea entre funcionarios de ANAC y EANA por desligarse de las responsabilidades que comparten y que les son propias”, afirman.
En el último diálogo con la torre de control, las autoridades aéreas les indicaron a los tripulantes que tenían que volver a tierra para verificar la aeronave. Antes de que se cortase la comunicación, el piloto, Matías Ronzano, respondió que estaban a 7,5 millas del aeropuerto.
Los otros dos ocupantes son Facundo Vega, el copiloto, y Matías Aristi, hijo del dueño de la avioneta. Desde ATE-ANAC y EANA se solidarizaron con sus familiares, amigos y compañeros.