Canal Abierto Radio | El Papa Francisco viajó a Canadá a pedir disculpas a los pueblos indígenas por los abusos y asesinatos dentro de internados que la iglesia católica tenía a cargo. Sin embargo, tanto el Gobierno como referentes indígenas aseguraron que sus disculpas son insuficientes.
“Se descubrieron fosas comunes con miles de niños indígenas en Canadá. Hubo un momento en el siglo XIX y XX en que la iglesia católica administraba las escuelas residenciales que contaban con subvención del Estado. Lo que se impulsó en ese tiempo y se sostuvo hasta ahora era que había que separar a los niños de sus familias y comunidades, que había que recuperarlos para la nueva cultura; era un tema de occidentalizarlos, que se alejen de su cultura indígena, eliminar sus raíces, historia, su lengua y todo lo que tenga que ver con su pasado”, dio a conocer la filósofa Isabel Rauber, en diálogo con Canal Abierto Radio.
“Estas escuelas estaban tuteladas por sacerdotes -continuó-. Se dice que había un hacinamiento terrible, maltratos, abusos, torturas, y hay testimonios de niñas adolescentes violadas por los sacerdotes que quedaban embarazadas, por eso se sabía, les arrancaban los bebés y los mataban, los tiraban a los hornos. Los horrores más grandes que uno se puede imaginar salen de ahí”, manifestó Rauber.
A su vez, la filósofa explicó: “El objetivo fue la occidentalización y que desaparezcan las culturas indígenas. Realizaron una extracción del núcleo de sus familias para aculturizarlos, destruir su memoria e identidad y ‘adaptarlos’ a lo que consideran una vida correcta. Estamos hablando de la colonización y conquista del blanco con los crímenes de exterminio de las comunidades indígenas, sus culturas y formas de ser”.
Al descubrirse este “genocidio”, como lo calificó la especialista, se creó en Canadá una comisión de Verdad y Justicia que indagó esto y ya hubo resoluciones en 2015 y 2019. Frente a ello, los diferentes referentes indígenas exigieron una disculpa de la iglesia católica, el Papa fue a Canadá por ese motivo principalmente, para disculparse con esas comunidades.
Sin embargo, Rauber remarcó: “Los indígenas no se conformaron con la disculpa del Papa en el cementerio. Los indígenas quieren que se abran los libros para conocer la verdad. Quieren conocer los archivos y expedientes, saber qué pasó con cada uno de los y las niñas que fueron arrancados ahí, cuál fue el destino, dónde están enterrados y cuál es el nombre de los curas responsables aunque muchos estén muertos”.
“Fue un genocidio total contra esos pueblos y esos niños”, señaló informando que se descubrió “que hay más de 250 mil niños muertos de los que se han encontrado nada más 3200”. En este sentido, la filósofa consideró que se “abrió la caja de Pandora” dejando en claro que “la situación está grave y aunque parecía que las cosas se iban a aplacar con la visita del Papa, eso no sucedió”.