Redacción Canal Abierto (*) | Chile atraviesa una coyuntura histórica determinante para la región. El próximo 4 de septiembre tendrá lugar un plebiscito vinculante en el que la población definirá si deja atrás la actual Constitución, impuesta en su esencia por la dictadura de Pinochet o aprueba el nuevo texto elaborado por la Convención Constitucional. Este paso marcará el cierre de una etapa que se dio en llamar el “Despertar de Chile”, que tuviera un punto álgido en octubre de 2019 con masivas movilizaciones populares y que abriría también el camino para un cambio de signo político en el gobierno.
En este contexto, los medios comunitarios, populares, independientes y contrahegemónicos, han avanzado en la fundación de una Asociación Gremial que los nuclea bajo el acrónimo de ANAMIC.
Periodistas y comunicadores de medios que integran el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) conversaron sobre todo esto con Paulina Acevedo Menanteau, periodista chilena y presidenta de la recientemente fundada Asociación Gremial Nacional de Medios de Comunicación Independientes y Comunitarios de Chile (ANAMIC A.G).
Nueva Constitución
Consultada acerca de la coyuntura dicotómica planteada por el plebiscito sobre la constitución, Paulina señaló que como gremio han conformado un Comando por el Apruebo, ya que el nuevo texto sienta bases para una transformación profunda del país y expresa la diversidad que caracterizó al movimiento social que la hace posible. “Hay que levantar la esperanza y alejar el miedo”, significó.
Sobre el descenso en la popularidad del gobierno divulgado en algunas encuestas y su posible vinculación con el aumento del voto por el “rechazo”, la dirigenta comentó que las primeras medidas de gobierno, que suelen ser vitales para la evaluación inicial de la gestión, han recibido muchas críticas. Críticas que, analiza, emanan sobre todo de algunas inconsistencias del gobierno de Boric en cuanto a la represión de la protesta social y también a la relación con el pueblo mapuche, con la mantención del estado de excepción en su territorio.
Chile y América Latina
En cuanto al relacionamiento con América Latina, Acevedo puntualizó que es una prioridad política en la propuesta de la nueva Constitución. El golpe de Estado civil militar cortó de cuajo el proceso latinoamericanista en que se enmarcaba la Unidad Popular, pero ahora, advierte la comunicadora, se va a comenzar a recuperar la raigambre con América Latina y el Caribe.
Como enmarque de la integración, más allá de la institucionalidad, la entrevistada señaló que “las relaciones entre los países van más allá de los gobiernos, las hacen los pueblos”, al tiempo que afirmó “América Latina se merece que nos entendamos como un solo continente y los cambios de signo político que hoy tenemos, nos auguran la posibilidad de que lo hagamos”.
Frente a la pregunta sobre una posible industrialización de las reservas de litio en conjunto con Argentina y Bolivia, Acevedo aseveró que esta ecuación es compleja, por la tensión involucrada en lograr el equilibrio en la explotación de bienes naturales comunes para desarrollo y beneficio social y la afectación a las comunidades que habitan ese territorio, a lo que se suma que estos recursos son parte de ecosistemas extremadamente frágiles. Si bien hay una gran diferencia entre la explotación transnacional o que esté bajo una órbita soberana y articulada entre gobiernos regionales, el problema reside en que la minería, aún con innovaciones tecnológicas, no deja de ser la actividad más contaminante a nivel mundial.
Resaltó además que la nueva Constitución trae mejoras en las nuevas formas deliberativas que las comunidades tendrán respecto a estos temas, pero que el debate de fondo es sobre el modelo de desarrollo que se quiere seguir.
Por una nueva Ley de Medios y la importancia de la comunicación comunitaria
En cuanto a la conformación de la ANAMIC, su actual presidenta manifestó que fue clave el espacio que se creó a partir de la posibilidad de redactar e ingresar una propuesta popular de norma a la Convención Constitucional, cuyo nombre “Luis Polo Lillo” homenajea a quien fuera fundador y director de la Señal 3 La Victoria.
En ese espacio confluyeron distintos procesos que ya venían construyéndose desde hace tiempo. ANAMIC no es solamente una red de radios, televisoras o medios de prensa escrita, es una multiplicidad de plataformas de comunicación que acelera su formalización como asociación gremial a partir del mandato político que impone la coyuntura histórica.
Respecto a la pregunta sobre las dificultades planteadas por las distancias y la diversidad de situaciones, en particular para la participación de los pueblos indígenas en la comunicación, Paulina expresó que precisamente son los medios comunitarios los que cumplen la función de cercanía a la población. Es la diferencia entre plantear una política pública desde una centralidad alejada o considerar un entramado en red, que resuelve la cuestión. La nueva Constitución, agregó, establece el mandato de promover la comunicación comunitaria, que debe partir de reconocer y apoyarse en los puntos que ya existen y mejorar sus condiciones, para establecer una política de comunicación y así llegar a todo el país.
En Chile todavía rige una ley de telecomunicaciones implantada en 1983 por la dictadura, por lo que la democratización implica una nueva Ley de Medios, que contemple tres tercios: el sector público, que ha sido prácticamente desmantelado, el privado y el sector comunitario, hoy reducido a una mínima expresión.
Al mismo tiempo, que se establezca la distribución de publicidad estatal obligatoria acorde a esta norma. Para lograr transformaciones profundas es de vital importancia la relación entre medios comunitarios y movimientos sociales. Por lo demás hay ya buenas experiencias en la región a partir de las cuales crear y avanzar, precisó la periodista.
Paulina destacó que es fundamental en términos políticos que se reconozca al sector comunitario como sector excluido, perseguido y criminalizado. El reconocimiento de la preexistencia de los medios comunitarios, al igual que sucede con los pueblos originarios, es un mínimo para comenzar el relacionamiento. Además destacó cómo la represión violenta afecta principalmente a los comunicadores populares, como sucedió en el asesinato de Francisca Sandoval y otros comunicadores heridos en la ocasión, lo que claramente apunta a amedrentar y silenciar voces críticas.
Finalmente, celebró la intención compartida de una integración latinoamericana de la comunicación popular.
Por el Foro, participaron de la charla, desde Brasil la periodista Vanessa Martina Silva, editora de Diálogos do Sul; desde Argentina Mariano Vázquez, del colectivo Sangrre y colaborador de Canal Abierto, y Nora Leguizamón, integrante de Comuna (Comunicadores de Argentina) y productora en Radio Rebelde; y Javier Tolcachier, de agencia internacional de noticias Pressenza.
*Adaptación de la nota publicada en Comunicación para la integración