Por Melissa Zenobi | Mientras las ideas, la literatura y el arte castellano florecían en lo que se denominó el Siglo de Oro, un catolicismo en declive insistía en sostener su poder político en España y en cada una de sus colonias. Artistas como Diego Velázquez, Miguel de Cervantes o Calderón de la Barca exponían sus mejores obras mientras que los que otros eran invisibilizados.
En Marcados de por vida, con dirección de Lizardo Laphitz, Halac recupera la figura del dramaturgo Juan Bautista Diamante –interpretado por José Escobar-, contemporáneo a Lope de Vega, y compañero de estudios de Calderón de la Barca, del que se conocieron algunas obras, pero fue ocultado por converso.
“La historia, como siempre, la cuentan los ganadores”, dice Ricardo Halac en diálogo con Canal Abierto: “Investigué mucho pero la historia está novelada. Usé la figura de Diamante para hablar de este tema”.
Se trata de un viaje en el tiempo, donde se ve cómo Diamante y su novia –interpretada por la actriz Carla Di Amore- son sistemáticamente perseguidos e interrogados por un inspector de la inquisición (Lizardo Laphitz), y cómo Diamante se esfuerza por demostrar tanto en sus textos como en su vida íntima que no era judío para que lo dejaran trabajar tranquilo. “Lo visitaban cada sábado a ver si cocinaba, y tenían que darle dinero para que se fueran. Era una gran corrupción que luego se extendió también a América”, cuenta el dramaturgo.
Esta obra llega al escenario porteño luego del éxito de Mil años, un día, una puesta de 45 actores y actrices que en 1993, dirigidos por Alejandra Boero, se presentaron en en el Teatro Municipal San Martín; y de La lista, que 2018 le valió el premio Argentores a Halac.
“Es una deuda que yo tenía con mi padre, que siempre me pedía que hablara sobre la situación de los judíos”, cuenta para esta nota y recuerda que en su infancia -antes de las reformas educativas del peronismo- el programa escolar dependía “de qué religión profesabas”: “Los programas los elaboraba la curia, y nos hacían estudiar moral porque se supone que no la teníamos”.
Para su autor, la obra viene a responder a una tradición de silencio que tanto en Europa y el mundo entero intentó desterrar el judaísmo:
“Los judíos eran 300 mil en España antes del catolicismo. A 100 mil los expulsaron y al resto les dijeron que si no se convertían en 24 horas, los mataban a través de su brazo armado, la inquisición. Entonces empezaron a vigilarlos, al igual que a los protestantes, a los ateos, a las mujeres. Pero les llevó tres siglos que desaparecieran”, cuenta.
Y explica las transformaciones políticas que hicieron posible que ahora se pueda hablar de esto: “Perón fue el que le dio carta de ciudadanía a los judíos en Argentina, y ahí empieza a haber escritores, diputados, ministros. Hasta entonces los judíos eran una minoría oculta”.
Y finaliza con una reflexión sobre los intereses políticos, económicos y religiosos en a la construcción de la historia: “La historia oficial, que es la versión del cristianismo, endemonió a los judíos. Siempre aparece como alguien que te está sacando todo. Y lamentablemente el antisemitismo sigue estando en otras formas. Es un virus que muta”.
Se puede ver todos los domingos, a las 18, en El Método Kairós, El Salvador 4530, Palermo, CABA.
Ficha técnico-artística
Autoría: Ricardo Halac
Intérpretes: Carla Di Amore, Jose Escobar, Lizardo Laphitz
Vestuario: Alicia Guma
Escenografía: Victor De Pilla
Diseño de luces: Lizardo Laphitz
Realización de vestuario: Anusha Guerenstein, Natali Sánchez
Fotografía: Nacho Lunadei
Comunicación: Juan Halac
Diseño gráfico: Nahuel Leandro
Asistencia de vestuario: Anusha Guerenstein, Natali Sánchez
Producción ejecutiva: Juan Halac
Director asistente: Gabriela Clavel
Dirección: Lizardo Laphitz