Redacción Canal Abierto | La UNESCO definirá este año si el Museo Sitio de Memoria Ex ESMA integrará su Patrimonio Mundial. La postulación fue impulsada en 2015 por el Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria y en 2017 fue aceptada en la lista tentativa. Se espera una inspección en las próximas semanas que estará a cargo de ICOMOS, la organización en la que se delega esta instancia. En septiembre se conocerá de decisión del organismo.
El Patrimonio Mundial es un listado de lugares y expresiones culturales que la UNESCO, a través de un comité específico, considera que representan valores universales excepcionales y cuentan con su protección y promoción.
En diálogo con Canal Abierto, la directora del Museo Sitio de Memoria ESMA Mayki Gorosito resaltó la importancia de la inclusión del espacio en el Patrimonio Mundial: “Es otorgarle mayor visibilidad regional a nivel internacional a lo que el museo simboliza y testimonia que es el terrorismo de estado basado en la desaparición forzada de personas que ocurrió durante la última dictadura cívico militar. Es también darle visibilidad a los logros en materia de políticas públicas de memoria, verdad y justicia y a la lucha de los organismos para alcanzar estos logros y en este sentido darle visibilidad a este proceso en Argentina como el valor del consenso social como medio para lograr justicia”.
Y aseveró que “va a resultar muy significativo en términos de sostener y profundizar la obligatoriedad del Estado y la mirada de concebir como indispensable la preservación y la conservación de sitios y espacios de memoria en todo nuestro país y también en la región”.
“Es un aporte para seguir profesionalizando, ampliando, profundizando y dar mayores inclusión y componentes de participación a una institucionalidad como museo sitio de memoria. Pero que también será un aprendizaje que nosotros debemos transmitir a otros coordinadores, directores o responsables de sitios y espacios de memoria”, agregó.
El caso de la ESMA no es único, pero si aislado en el listado del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Gorosito contó que “UNESCO incluye algunos, muy pocos sitios de memoria, sitios vinculados con memorias traumáticas. Son muy poquitos en el porcentaje de bienes que se incluyen en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Auschwitz es un sitio de memoria; Robben Island, la cárcel en la que estuvo preso Mandela es otro sitio de memoria. Son sitios que están ya incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO con los que nosotros tenemos un un vínculo. Hay otros, pero estos serían los más conocidos”.
El Patrimonio Mundial de UNESCO se divide en dos grandes categorías: los bienes tangibles y los intangibles. La primera engloba a espacios que por sus características naturales o por obras que haya hecho la humanidad la comité encuentre este valor universal excepcional. Los bienes intangibles refieren a prácticas culturales que revistan el mismo carácter.
“Nosotros somos evidentemente un bien tangible, porque el bien que presentamos es el lugar donde sucedieron los hechos”, explicó Gorosito. “Y a lo que le da importancia y revisa la UNESCO en ese bien es su integridad y su autenticidad. Es decir, que se dé cuenta a través de ese bien tangible los hechos que allí sucedieron. Nosotros podemos dar muy bien cuenta de eso, porque el edificio del ex casino de oficiales, desde hace siete años Museo Sitio de Memoria, es prueba judicial. También es Monumento Histórico Nacional, así que eso está avalado tanto por la Justicia como la Comisión Nacional de Monumentos. Por eso podemos dar buena cuenta de estas dimensiones que evalúa la UNESCO: la integridad y la autenticidad”.
“Pero el valor simbólico ciertamente es muy importante porque lo que yo te mencionaba sobre lo que nosotros queremos transmitir con esta candidatura que es lo que UNESCO llama valores universales excepcionales. La UNESCO pide que la candidatura se presente con un valor universal excepcional positivo y uno negativo. Un valor que pueda ser apropiado o consensuado por todo el mundo, no por una comunidad o un colectivo o un país o un Estado, sino que es un valor universal. El negativo que nosotros presentamos es demostrar y dar visibilidad al terrorismo estado basado en la desaparición forzada de personas y el otro que es el valor del control social como medio para lograr justicia. El consenso social es un bien intangible pero nosotros como bien que nos presentamos a la lista del Patrimonio Mundial somos un bien tangible porque es el edificio”, señaló.
Al ingresar en el Patrimonio Mundial, el espacio pasa a tener protección y un compromiso de preservasión del mismo por parte del Estado Nacional, independientemente del signo político del gobierno de turno.
Al respecto, Gorosito resaltó que “cuando se toma un compromiso internacional, en este caso en el ámbito de un organismo multilateral como es la UNESCO, el Estado debe cumplir ciertos requerimientos. Los requerimientos que nosotros ya estamos cumpliendo por el mismo hecho de que vamos a recibir una inspección y tenemos que dar cuenta que lo que explicitamos en el expediente de candidatura que ya fue aprobado técnicamente sea una realidad: esto es que el Estado argentino tenga presupuesto para sostener esta institución y que se gestione con los estándares de gestión de una política pública, que es muy importante para el Estado”.
“Lo que esto nos va a permitir es pensar que más allá de cualquier cambio político institucional que pueda sucederse en nuestro país, en caso de ingresar en la lista del Patrimonio Mundial el compromiso es del Estado argentino, no de un gobierno. Son compromisos fuertes y complejos de deshacer. Entonces ahí también se presenta la candidatura como una oportunidad para darle sostenibilidad en la historia para adelante de la Argentina no sólo al Museo Sitio de Semoria ESMA, sino a todos los sitios de la Argentina y espacios de memoria”, advirtió.
“Porque en la candidatura hacen representación de todos ellos solamente que el país el Estado puede presentar un solo bien., pero esa sería sería la respuesta a tu pregunta. Nos da la oportunidad de asumir un compromiso internacional que es más complejo de deshacer que un compromiso en la política doméstica”, concluyó.