Redacción Canal Abierto | Desde el lunes, el ministro de Economía argentino está en suelo chino con un objetivo concreto: concretar proyectos que signifiquen traer dinero.
La visita de Sergio Massa, que lo tiene a Miguel Ángel Pesce, titular del Banco Central, como parte de la comitiva, recaló primero en Shanghai y seguirá este jueves en Beijing donde se reunirá, entre otros, con su par china, Liu Kun.
“Cuando viajó Alberto Fernández, en febrero del año pasado, Argentina adhirió a la iniciativa de la franja y la ruta. Ahora lo que tiene que hacer Massa, y lo va a hacer cuando llegue a Beijing, es avanzar, no solo en la adhesión a esa iniciativa, sino en listar las obras en las que Argentina necesita la cooperación de China para ejecutarlas. Una de ellas es la de energía eléctrica de alta tensión en toda la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), un tendido de alta tensión que es una inversión por alrededor de 1.000 millones de dólares”, explica Néstor Restivo, historiador y director periodístico de Dangdai, revista y portal de comunicación intercultural entre Argentina y China.
La lista de inversiones que Massa fue a buscar, según Restivo, incluye obras de saneamiento y de agua en la provincia de Buenos Aires, el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, represas en Santa Cruz, la continuidad del Belgrano Cargas (ferrocarril que opera las tres líneas estatales de carga en el norte del país), y avanzar en las siguientes fases del Parque Solar Cauchari, en Jujuy.
Por otro lado, está el turismo. Justo antes de la pandemia, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, había llegado a un acuerdo que tenía que ver con el código compartido de viajes, que facilitaría y agilizaría las visas turísticas entre ambos países.
“Los turistas chinos son los que más viajan al exterior, por la cantidad gente que son, gastan mucho en promedio por día y les encanta América Latina. Normalmente vienen a dos o tres países para aprovechar el viaje —narra Restivo—. Después de la pandemia, Argentina y Cuba son los dos primeros países latinoamericanos que China habilitó a su gente a poder viajar, así que yo pienso que con el tiempo va a aumentar mucho el turismo y eso es fundamental para Argentina, que tiene un déficit comercial con China muy fuerte. El turismo y la minería serían las únicas posibilidades que tiene Argentina para compensar la balanza comercial, la balanza de dólares”.
Pero en Shanghai el plan de la delegación es también reunirse con Dilma Rousseff, ex presidenta brasileña y actual titular del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS.
“El viaje de Massa tiene que ver con dos cosas: con las obras, por un lado, y financiarse para las reservas y para el comercio a través de una expansión o mayor ejecución del swap de moneda, por otro, que también va a tratar en Beijing y seguramente en sus conversaciones con los BRICS”, detalla el especialista.
Y es que Argentina no es miembro pleno de los BRICS, por lo que necesita negociar la reformulación de un artículo para permitir que nuestro país obtenga líneas de financiamiento que le permitan, sobre todo, importar desde Brasil.
La extensión del swap (acuerdo de intercambio financiero), por su parte, para Restivo “va a anunciarse y va a concretarse”.
La situación con Estados Unidos
Si bien hay buenas expectativas sobre lo que el ministro de Economía obtenga de este viaje, existen algunos temas sobre los que posiblemente no pueda avanzar. Uno de ellos es Atucha III, una inversión de 9.000 millones de dólares —la más grande que el gigante asiático tendría en nuestro país— que Argentina viene negociando con China desde el último gobierno de Cristina Fernández.
“Estados Unidos no quiere que haya una central atómica con tecnología china en América Latina. Argentina dice que no acepta esas presiones, pero lo cierto es que no avanza —explica Restivo—. Estados Unidos tiene la llave en el FMI y es muy difícil que Massa pueda superar esa presión norteamericana”.
El lobby estadounidense abarca varias cosas: evitar que avance la tecnología china del 5G en las comunicaciones, que China no participe de la licitación de la Hidrovía, que no prospera la estación satelital en Neuquén, ni el radar que emplazarían en San Juan. “Esos temas son más sensibles y quizá para no empiojar las relaciones con Estados Unidos, Massa los va a dejar standby”, asegura Restivo.
Y agrega: “Los chinos son súper pragmáticos, entienden la situación. Todas las veces que ha ido Massa a Estados Unidos es más que nada por el crédito del FMI. China lo que busca es tener relaciones con todos los países América Latina. China hace negocios con quien sea: un gobierno de izquierda, de derecha, más popular, más liberal. Son difíciles las negociaciones pero son pragmáticas, son flexibles y no pasan mucho por el tema ideológico”.