Redacción Canal Abierto | Argentina efectuó hoy el pago de la cuota del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que estaba en duda a falta de adelantos del mismo organismo y de la situación crítica de las reservas del Banco Central.
Para poder afrontar este vencimiento, desde el ministerio de Economía que conduce el precandidato presidencial de Unión por la Patria Sergio Massa se instrumentó una operatoria para disponer del swap realizado con China y pagar parte de los 2.700 millones de dólares con yuanes. El resto de la cuota se canceló con Derechos Especiales de Giro.
Con esta maniobra el gobierno busca atender dos puntos que en este momento se le manifiestan críticos: hacer frente al acuerdo comprometido en 2022 para pagar la deuda de 45.000 millones de dólares contraída (y otorgada) de manera irregular durante el gobierno de Mauricio Macri, sin afectar las reservas de manera tal que lo fuercen a una devaluación que impactará en los índices de inflación, de por sí altos.
El economista de Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas Alejandro López Mieres explicó a Canal Abierto que de todos los objetivos propuestos desde la asunción de Massa en la cartera económica “había resultado uno solo hasta ahora, que tenía que ver con la activación del swap con China por el equivalente a 10.000 millones de dólares en yuanes que servirían fundamentalmente para importaciones argentinas desde China pero también para poder activarlos y darle el destino que se considere. Entre ese universo de destinos está la posibilidad de pagarle al Fondo Monetario”.
López Mieres planteó que el problema es que “Argentina no cumplió con dos de los tres puntos pactados con el Fondo al cabo del primer trimestre, que son el déficit fiscal, que estuvo por encima de lo que se había pactado y la acumulación de reservas netas, que estuvo muy por debajo de lo esperado, más allá de que para ese entonces el Fondo Monetario disminuyó esa exigencia. Aún así, y para darse una idea de en qué situación estamos, hoy las reservas netas están 10.000 millones de dólares por debajo de lo pactado para esta altura del año originalmente con el Fondo Monetario”.
Hoy , las reservas netas que tiene Argentina se encuentran en el orden de los 2.000 millones de dólares negativos. Esto contempla los Derechos Especiales de Giro que rondan el equivalente a 1.700 millones de dólares y las reservas de oro por el equivalente a unos 3.600 millones. “Si con estos activos tenemos 2.000 millones de dólares de reservas negativas, es porque el universo de dólares de divisas es muy negativa, ¡pero muy negativa! Y para pagar importaciones y deudas están usando dólares de otra caja, que pueden ser los encajes de los bancos o distintos swaps o préstamos, por ejemplo con el BID”, advirtió López Mieres.
El especialista indicó que “esta medida se toma porque no se quiere seguir tocando más dólares de los que supuestamente no tenemos. Esto implica un costo financiero tan importante como el costo financiero de la deuda con el Fondo Monetario. Con lo que Argentina, para poder pagar, está amplificando la deuda externa”.
Y recordó: “nosotros estamos esperando, en el plan original, el crédito de facilidad extendida, 4 mil millones de dólares que tendrían que haberse gatillado ahora a fin de junio. Esos son flujos de fondos que está dando el FMI que no son ni más ni menos que para pagarle a ellos mismos. Y eso todavía no se gatilló. Y nosotros le estamos pagando 2.700 millones de dólares, le vamos a tener que pagar otros 2.700 millones de dólares en julio y hasta ahora no vemos de parte del staff ni de parte de la dirección del Fondo una acción que permita pensar en un adelanto de fondos y mucho menos la posibilidad de poder disponer de dólares frescos”.
“El Fondo Monetario nos tendría que dar 5.000 millones de dólares de más, respecto a lo que se había comprometido a dar en el de facilidades extendidas, para que nosotros le paguemos todos los flujos hasta fin del 2024. Es absolutamente impensable, en mi opinión, pensar en fondos frescos, como se habló en un momento, para intervenir en el mercado cambiario. Eso va a ser utópico”.
“Entonces, ¿qué es lo que está pasando? ¿Por qué no salió hasta ahora el nuevo plan con el Fondo Monetario? Bueno, yo entiendo que la discusión en el seno del Estado es devaluación sí o devaluación no. El forzamiento al Gobierno Nacional para hacer una devaluación y poder mejorar de golpe, con una especie de salto de escalón, el sector externo. Es algo que políticamente, y mucho más previo a unas elecciones, sería un suicidio”, concluyó López Mieres.
Ilustración: Marcelo Spotti