Redacción Canal Abierto | Este domingo 9 de julio, en el marco del Día de la Independencia, se inauguró el primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner, megaobra que abarca más de 500 kilómetros y en esta primera etapa se extiende desde Tratayén (Neuquén) a Salliqueló (Buenos Aires).
La inauguración significó un picante intercambio de tuits entre el expresidente Mauricio Macri y la vicepresidenta y expresidenta Cristina Fernández, quienes se atribuyeron mutuamente los méritos de la obra y le achacaron al adversario político falta de voluntad para realizarla.
Lo cierto es que el gasoducto, cuya licitación había sido pautada en septiembre de 2019, a fines del gobierno macrista -incluso después de haber perdido las PASO por paliza-, se licitó en 2021 -ya durante la gestión del Frente de Todos-, comenzó a ejecutarse en 2022 y se realizó en el tiempo récord de diez meses. Durante su gobierno, Macri postergó la licitación en dos oportunidades, en línea con las instrucciones del FMI que le exigió un ajuste fiscal que redujera el déficit, lo que recayó sobre la obra pública.
Voy obviar lo de Vaca Muerta y su gasoducto, porque la realidad es más fuerte que cualquiera de sus mentiras y, además, todo el mundo sabe que usted y su partido, no sólo nunca hicieron nada por YPF y Vaca Muerta sino que, incluso, votaron en contra de su recuperación en el año…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 10, 2023
La celeridad en la realización de la obra se explica, sobre todo, por el cambio en el contexto internacional: guerra en Ucrania mediante, el precio internacional del Gas Natural Licuado (GNL) se disparó a un máximo histórico y se encareció, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, un 361% en un año.
Por falta de infraestructura, no de reservas, la Argentina fue hasta ahora un importador neto de gas. Y es que el país se encuentra en el cuarto lugar en el ranking de los que tienen el mayor volumen de reservas de petróleo no convencional, pero de los 27 billones de barriles que se estiman a nivel nacional, 16 se encuentran en Vaca Muerta, es decir, casi un 60% del total. En cuanto al gas no convencional, Argentina posee la segunda reserva más grande del mundo. Del total nacional, el 40% se encuentra en Vaca Muerta.
El gobierno anuncia con bombos y platillos un gasoducto que llega tres años tarde y cuya demora le costó a la Argentina más de 5.000 millones de dólares.
En 2019 dejamos la licitación lista y el financiamiento preparado. Solo tenían que avanzar. En lugar de eso, tuvimos…
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) July 9, 2023
Por la falta de un obra que transportara el recurso, con el precio internacional en disparada, la Secretaría de Energía debió gastar unos 3.800 millones de dólares más en 2022 que en 2021 para la compra de gas. En un escenario de restricción de divisas, producto del peso de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las cuentas públicas nacionales, el gasoducto se convirtió en una obra estratégica para lograr la soberanía energética y el ahorro de dólares.
El gasoducto en números
Argentina tiene, según el consumo actual, 150 años de gas garantizado, pero necesitaba resolver un problema central: su transporte. Basado en esos datos, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) detalla el impacto que el gasoducto tendrá en la economía argentina.
En él destaca que los 16 billones de barriles de petróleo que produce Vaca Muerta “suponen el consumo interno de Argentina de 94 años”. En cuanto al gas, esta relación se duplica: los 308 trillones de pies cúbicos representan 193 años de consumo interno de nuestro país.
“Este volumen de recursos no sólo nos permitiría suplir el declino de la producción convencional sino también revertir la balanza comercial energética: pasar de un escenario de importación de energía al autoabastecimiento y capacidad exportadora. Algunas estimaciones, calculan un ingreso potencial de divisas anual de más de 37.500 millones de dólares -afirma el informe del CEPA-. Esto representa un tercio del total de exportaciones argentinas de bienes al año 2022”.
Según destaca, la obra se suma a la posibilidad argentina de producir hidrocarburos a un costo altamente competitivo a nivel internacional, gracias a que “la YPF recuperada por el Estado realizara las inversiones iniciales” y pagara “el costo de la curva de aprendizaje que las empresas privadas no estaban dispuestas a asumir”.
Además, gracias al gasoducto será posible para la Argentina sustituir importaciones de combustible alternativo (Fuel Oil y Gasoil) importado en los picos para la generación termoeléctrica. También permitiría garantizar el abastecimiento de gas a industrias argentinas durante el invierno y continuar ampliando la conexión a gas por red al conjunto de usuarios que aún no tienen acceso (30% de los hogares). Finalmente, permitiría exportar a los países limítrofes los remanentes de gas natural.
En números, desde el CEPA sostienen que, en término de ahorro de dólares, si los precios de GNL mantienen su tendencia a la baja (entre 15 y 20 dólares por MMBTU), el gasoducto permitirá ahorrar 1.000 millones de dólares en el segundo semestre de 2023. En el segundo semestre, el ahorro alcanzaría los 1400 millones de dólares.
“Por su parte, ya con la finalización del segundo tramo, se podría dejar de importar gas y combustibles alternativos (Gasoil y Fuel Oil) para la generación eléctrica, y ahorrar en un año completo, considerando la estacionalidad de las importaciones, entre 4 y 4,3 mil millones de dólares anuales”, afirman desde el estudio. Esto equivale a la media de importaciones de los últimos diez años, a 2/3 de las importaciones totales de un mes promedio y al 9% del préstamo del FMI.
Esto, de seguir estos precios, generaría un impacto positivo en las cuentas fiscales: la reducción de las importaciones permitiría un ahorro de 3.000 millones de dólares anuales en la etapa 1 y 5.600 millones en la etapa 2. También significan beneficios en regalías para las provincias productoras: “el incremento de recaudación podría llegar a 50 millones de dólares en la etapa 1 y 90 millones en la etapa 2”, aseguran.