Redacción Canal Abierto | El Nieto Nº 80 de la lista de casos resueltos de Abuelas de Plaza de Mayo, Pedro Luis Nadal García, de madre desaparecida y restituido en 2004, relató hoy ante un tribunal de La Plata su apropiación cuando su madre estaba cautiva en el centro clandestino Pozo de Quilmes en la dictadura y la vida que pasó con el policía apropiador hasta recuperar su identidad, y le pidió al exmédico policial Jorge Bergés, quien adulteró su certificado de nacimiento, que tenga “un gesto de empatía” que le permita hallar los restos de su progenitora.
“Deseo poder encontrar a mi madre. Muchos dicen que ustedes no hablan, que no ayudan. Yo le digo: ¿cómo quiere irse usted de este mundo? Empatía, señor Bergés, creo que puede hacerlo. Busque en lo más profundo de su ser. Que el milagro de la vida que lograron sus padres no haya sido en vano, reflexione”, reclamó el hombre.
“Ni usted es feliz aferrándose a ese falso patriotismo, dese la oportunidad de ser empático, no pretendo ser el dueño de la moral, solo busco sembrar empatía”, puntualizó, y agregó: “Le deseo ese regalo, yo no estoy acá para condenarlo, para eso está el Tribunal”.
Nadal García declaró hoy ante el TOF1 de La Plata, que desde octubre de 2020 juzga por delitos de lesa humanidad cometidos en los excentros clandestinos de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno en Lanús, a 16 represores, entre ellos Bergés.
El hombre, hijo de Jorge Nadal e Hilda Magdalena García, fue apropiado tras ser secuestrado junto a su madre cuando tenía un año de vida, el 5 de marzo de 1976, frente a la Brigada de Quilmes. La mujer está desaparecida y él recuperó su identidad en octubre de 2004.
Durante la audiencia, resaltó: “la generación de mis viejos dejó su vida resistiendo, enfrentaron una dictadura sangrienta. No viví esa época y espero que nadie más. Yo entendí que mis viejos buscaban la libertad, la igualdad y luchaban contra el atropello. Mi madre me amaba y mi padre también, no me abandonaron como me dijeron siempre”.
“Existe la grieta y cerrarla es una utopía absurda. Jamás aceptaría que esté cerrada, porque de aquel lado están los genocidas”.
“500 niños fueron robados, 135 recuperaron su identidad. Hay un caso de una mujer asesinada que recibió un disparo en la nuca y otro disparo en la panza. Estaba embarazada. Podemos discrepar pero negar y justificar los hace cómplices”, analizó durante su exposición.
Nadal García relató cuando fue citado por el juez federal de La Plata Arnaldo Corazza para decirle que existían sospechas de que fuera hijo de una desaparecida. Contó que sabía desde niño que era adoptado por lo que aceptó hacerse una extracción de sangre para comparar su ADN con las muestras que existen en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Dos meses después supo que era hijo de Hilda García, que estaba desaparecida y que su padre, Jorge Nadal, estaba vivo, igual que su hermano mayor, Carlos.
Nadal García creció con sus apropiadores: el expolicía Luis Ferián, fallecido en 1997, y Yolanda De Francesco, de quien cuando contó que cuando se enteró de que era hijo de una desaparecida no se sorprendió y sólo pidió ver una foto de la mujer.
“Yo pensé que el malo era Ferián, que ella era una víctima, pero ella sabía todo”, recordó hoy ante los jueces. Y precisó que luego de que Ferián lo llevó a su casa con Yolanda se separaron y él debía ir a visitarlo al Círculo de Oficiales de Policía. Además, detalló que su apropiadora le contaba en su niñez que la madre lo había abandonado, primero; luego que había muerto en el parto y finalmente que los abuelos la habían obligado a entregarlo en adopción.
Además recordó ante el tribunal cómo encaró la búsqueda de su madre. “La busqué como loco –comenzó describiendo-, en cementerios, en psiquiátricos, nunca la encontré. Tuve que dejar ir a mi madre y acepté a la fuerza que era una desaparecida”.
Nadal García, que declaró tres horas, se dirigió a Bergés, cuyo nombre figura en su certificado de nacimiento falso.
“Usted debe tener odios –le dijo al célebre partero de los centros clandestinos-, resentimientos, debe culparnos a nosotros por lo que está viviendo. Yo mismo lo he odiado a usted, a Ferián, a todos sus compañeros. Les deseé lo peor. Debe ser frustrante no ser el mentor de este plan sistemático, pero sí fue el instrumento. La represión le fue ordenada de más arriba y está aquí por la baja de línea genocida que le dieron”.
“Mi madre es una mártir. Mi madre y yo fuimos secuestrados, no fuimos detenidos. Me gustaría se pusiera en el lugar de mi madre. Tenía 19 años, usted 34. Imagínese de 19 años, estar vendada, golpeada, recibiendo descargas eléctricas, que suplique por agua”, graficó.
Nadal García contó que poco antes de que muriera su apropiadora la fue a ver y le preguntó si se arrepentía y ella le respondió que “no”.
También declaró Susana Capobianco, sobreviviente del Pozo de Quilmes, quien narró las torturas y violaciones padecidas tras ser secuestrada en enero de 1977 y las amenazas reiteradas de “ponerme un cartel en el pecho de ‘Montonera’ y tirarme al río”.
El TOF1, presidido por Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en esos centros clandestinos al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura Jaime Smart; a Bergés y a Federico Minicucci, Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale, el único detenido en una cárcel común de todos los imputados.
También a Guillermo Domínguez Matheu, que fue detenido el viernes y llevado a Campo de Mayo; a Ricardo Fernández, Carlos Fontana, Emilio Herrero Anzorena, Carlos Hidalgo Garzón, Antonio Simón, Enrique Barré, Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
El caso
Hilda militaba en el PRT-ERP, donde sus compañeros la llamaban “La Maestra», «Marina» o «Mariana». Junto a su compañero, Jorge, tuvo dos hijos: Carlos Alberto, en 1974, y Pedro Luis, en 1975.
Jorge se encontraba detenido por razones políticas desde mayo de 1975. El 5 de marzo del año siguiente, Hilda fue secuestrada junto a Pedro, de nueve meses, frente a la Brigada de Investigaciones de Quilmes, provincia de Buenos Aires.
En 1979, Jorge fue liberado y se exilió en París con Carlos, que había quedado al cuidado de sus abuelos. Desde allí, realizó la denuncia sobre la desaparición de su hijo menor y su mujer.
A raíz de declaraciones en la causa conocida como Circuito Camps, pudo probarse que Hilda y Pedro habían sido trasladados al CCD «Pozo de Quilmes», lugar desde donde el bebé fue apropiado y su madre, desaparecida.
Pedro fue inscripto como hijo propio por el policía Luis Alberto Ferian, quien prestaba servicios en esa Brigada, con una partida de nacimiento falsa firmada por el médico policial Jorge Antonio Bergés.
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Con respecto a este caso, el TOF 1 de La Plata analiza la responsabilidad de los represores Carlos Gustavo Fontana y Guillermo Alberto Dominguez Matheu -por la privación ilegal de la libertad y tormentos tanto de Pedro como de Hilda, y por la sustracción, retención y ocultamiento de Pedro-, en tanto el ex médico policial Jorge Bergés está imputado por la privación ilegal de la libertad de Hilda.
El TOF 1 de La Plata juzga a 12 represores que actuaron en esos centros clandestinos de detención, entre ellos Juan Miguel Wolk, responsable del Pozo de Banfield. Otros represores, como Miguel Etchecolatz, fallecieron durante este juicio.
En esta causa, que tuvo su primera elevación a juicio en abril de 2012, Abuelas de Plaza de Mayo es querellante junto con los nietos restituidos Carlos D’Elía, Victoria Moyano Artigas, María José Lavalle Lemos y su hermana María Lavalle; con Pablo Díaz, sobreviviente de “La noche de los lápices”, y con Graciela Borelli Cattaneo, hermana de un ciudadano uruguayo víctima del Plan Cóndor.
El juicio alcanza a 21 mujeres embarazadas que dieron a luz en cautiverio –a muchos de sus hijos/as los siguen buscando las Abuelas- o que estuvieron detenidas en esos centros clandestinos de detención dependientes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Ellas son: Cristina Navajas, Gabriela Carriquiriborde, Gladis Pujol, María Eloisa Castellini, Diana Wlichky, Silvia Isabella Valenzi, Silvia Muñoz, María Adelia Garin, Cristina Marrocco, Eva De Jesús Gómez De Agüero, Mónica Grinspon, Beatriz Alicia Lenain, Mercedes Estévez y Mirta Gerelli; Liliana Ross, asesinada embarazada; Stella Maris Montesano (madre de Martín Ogando Montesano), Mónica Lemos (madre de María José Lavalle Lemos), Aída Sanz (madre de Carmen Gallo Sanz), Yolanda Casco (madre de Carlos D’Elía Casco), María Asunción Artigas (madre de Victoria Moyano Artigas) y Liliana Acuña (madre de Valeria Gutiérrez Acuña). También se incluyen los casos de los niños Carlos D’Elía Casco, Victoria Moyano Artigas, Carmen Gallo Sanz, María José Lavalle Lemos y Martín Ogando Montesano, todos/as nietos/as restituidos/as; Victoria Petrakos Castellini, a quien seguimos buscando, y Teresa Laborde, hija de la sobreviviente Adriana Calvo.
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La audiencia será con modalidad mixta -presencial y virtual- y se transmitirá en vivo por el canal de YouTube de La Retaguardia, del Poder Judicial y de la Comisión Provincial por la Memoria
Si tenés dudas sobre tu identidad comunicate con Abuelas
Con información de Telam
Foto: Pozo de Quilmes hoy / Internet