Canal Abierto Radio | La activista mexicana Olimpia Coral Melo se encuentra en el país para apoyar el tratamiento de la ley que lleva su nombre y busca penalizar la violencia digital.
Olimpia fue víctima de la difusión por parte de una ex pareja de videos en los que se la veía desnuda. A partir de esa situación comenzó a interiorizarse en la legislación y a impulsar la ley que finalmente se aprobó en su país y que contempla penas de prisión para quienes difundan videos sexuales de personas sin consentimiento.
Esa normativa fue tomada en nuestro país y ya cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados. La escasa actividad que el año electoral impuso en la Cámara Alta hace que esté trabada allí.
En diálogo con Canal Abierto Radio, Olimpia contó que al comenzar su acción “no había nada respecto a esto. Lo primero que encontraba era una alusión en Estados Unidos y le llamaban porno venganza –revengeporn–. Eso es algo que por supuesto no identifica lo que se siente porque el porno es algo que cosifica a las mujeres y la venganza, ¿de qué se tenía que vengar? ¿De haber confiado en una pareja y que yo luego intentara tener mi vida?”.
Olimpia destacó el rol que tuvo su familia, particularmente su madre. Al correr la información del video, surgió el temor de las represalias que podría tener en su hogar. “Cuando llegó la noticia a casa, yo creí que mi familia también me iba a juzgar, también me iba a señalar. Pero afortunadamente tuve un respaldo muy grande de mi mamá. Ella me dijo que no era mi culpa, que no le daba vergüenza ese video sexual; que yo no hice nada malo, entre otras palabras”, recordó Olimpia.
“Eso ayudó a que yo me empoderara, a que comenzara a buscar la justicia que no había tenido por parte del Estado en México y me dio la oportunidad de conocer a más mujeres que, al igual que yo, habían vivido la misma violencia pero que a diferencia de mí, no habían tenido el apoyo de su familia”, agregó. “Son mujeres con nombres y apellidos que hoy ya no están vivas, que por desgracia nos las arrebató la violencia. Hoy esta lucha nos trae aquí a la Argentina. He extendido esta lucha por toda América Latina para que se reconozca la violencia digital y se castigue esta violencia, la difusión no consentida, con penas de cárcel”, resaltó.
La activista resaltó que los videos sexuales suelen ser utilizados por redes de trata. En tal sentido, contó que “en la zona de Jujuy hace menos de un mes se encontró uno de los más grandes mercados de explotación sexual en Argentina, con más de 12.000 miembros hombres que se disponían a fotografiar chicas. Al no existir esto como delito en este país, carecemos de justicia y, sobre todo, de visibilización de una situación tan grande que afecta principalmente a mujeres y niñas”.
Y recordó que “detrás de la digitalidades, de los algoritmos, atrás de los computadoras y de las tecnologías se encuentran personas. Y si bien nos hemos interesado como sociedades sobre el robo de la identidad o de los movimientos bancarios, desgraciadamente se minimiza cuando sucede con la intimidad sexual de las personas”.
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Foto: Roberto Hernández en semmexico.mx