Canal Abierto Radio | El domingo pasado, un grupo de argentinos y argentinas siguieron el debate presidencial de una manera distinta al resto. Fueron convocados por Pulsar, el Observatorio de Opinión Pública de la UBA a participar de grupos focales para un estudio que analiza las implicancias del evento en los electores y electoras.
El estudio se comenzó a realizar en 2019, cuando se estableció la obligatoriedad de la instancia de debate para todos los candidatos que pasaran las primarias. La modalidad consiste en repartir tablets con una aplicación a través de la cual pueden ir calificando en tiempo real en un rango de -10 a 10 su conformidad o no con lo que sucede.
En el caso de los votantes de La Libertad Avanza, los momentos que fueron mejor recibidos por quienes vienen votando a esa fuerza fueron los momentos en los que su candidato planteó la necesidad de votar sin miedo porque el miedo paraliza y perpetúa el status quo, la presentación del Ministerio de Capital Humano y cuando preguntó si la sociedad quiere “seguir transitando este sendero decadentes que hace que seamos cada día más pobres”.
Los momentos peor valorados le correspondieron a Sergio Massa: su intervención final planteando que «algunos ni siquiera me votan convencidos, sino simplemente como vehículo para no elegir un camino que es violencia», cuando recordó los agravios de Milei contra el Papa Francisco y cuando planteó que por prejuicio ideológico iba a dejar a dos millones de argentinos sin trabajo.
Por su parte, los votantes de Unión por la Patria tuvieron en su mejor estima las intervenciones de Massa en las que planteó la defensa del INCUCAI, la referencia a los delitos ambientales y la revelación del pasado de Milei como pasante en el Banco Central.
Previsiblemente, los momentos peor calificados correspondieron a Milei: fueron el cierre en el que planteó que la “Argentina mejor es posible sólo si el futuro es liberal”, cuando reivindicó su decisión de cerrar el Banco Central y cuando tras reconocer a Margaret Thatcher como una gran dirigente política sostuvo que “nos tocó una guerra y lamentablemente la perdimos”.
Los indecisos tuvieron mejor valoración por los intercambios en torno a políticas de seguridad y cuando se planteó el cálculo de ajuste fiscal en el Estado y a la movilidad social ascendente. Los momentos de menor valoración fueron el intercambio sobre la pasantía de Milei en el Central y las acusaciones de Milei según las cuales Massa integra “el gobierno más ladrón de la historia”.
Una vez finalizado el debate, los integrantes del observatorio realizaron grupos focales divididos también por sus elecciones en las instancias anteriores. Respecto de los indecisos, sector al que los candidatos buscaban llegar, los grupos focales arrojaron que sus integrantes percibieron un intercambio desordenado, con lenguaje difícil de comprender, ensimismado, sobrado de chicanas y con falta de propuestas.
Sobre el candidato de Unión por la Patria, las personas consultadas coincidieron en que se vio preparado, pero impostado. A su rival, lo encontraron auténtico, pero infantil y agresivo. También percibieron un intercambio desordenado, con lenguaje difícil de comprender, ensimismado, sobrado de chicanas y con falta de propuestas.
En diálogo con Canal Abierto Radio, Máximo Reina, politólogo e integrante de Pulsar sostuvo que “hay dos polos muy estables, que son los votos de Unión por la Patria y los votos de La Libertad Avanza. Cada uno de esos grupos festejó, si se quiere, a su candidato. Y más allá de las pequeñas anotaciones u observaciones que podían hacerle a su candidato, hubo una tranquilidad con que su candidato había estado bien”.
A pesar de que hubo una coincidencia general en que Massa tuvo un desempeño superior al de Milei, Reina explicó que sus votantes lo vieron de otra manera. “Voy a tratar de resumir a todos los votantes de Milei que oímos ayer en una sola persona. Lo que te dice es `yo me doy cuenta y veo que Sergio Massa es mucho mejor orador, que maneja mejor el escenario de debate, que presenta mejor los temas, que tiene mejor tono y que está más controlado y preparado. Sin embargo, no me gusta, ¿por qué motivo? Por todo eso que yo te acabo de decir´. Porque justamente está muy preparado, está coacheado, y es un político profesional, que es todo lo que un votante de La Libertad Avanza te diría que justamente es lo que no está buscando”, graficó.
Y valoró que “sus principales virtudes dentro de lo que podría llegar a ser el público de Unión por la Patria o quizás de otros, dentro del público de La Libertad Avanza no lo ven como algo positivo, sino que al contrario. En cuanto a Milei, su falta de preparación, su espontaneidad, su naturalidad, su vuelta de alguna manera a ese Milei caricaturesco que de alguna manera estuvimos acostumbrados a ver durante el 2022 y el 2023, fue en parte celebrado en estos grupos donde votaban a La Libertad Avanza. Por lo tanto, en ellos no pesa tanto la lógica de llevar adelante un debate de una manera formal, educada y prolija, sino que le celebran su naturalidad y, si se quiere, su vuelta a los orígenes”.
Respecto de la realización del debate, el politólogo destacó que “en términos generales, en los tres momentos en los que nosotros medimos el debate, siempre el electorado argentino ha estado conforme, más allá de pequeñas sugerencias que hacen o pequeñas observaciones que creen que se puede cambiar y mejorar sobre todo para que se enriquezca más”.
Y concluyó: “hay una idea de que el debate es algo positivo y que hay que seguir metiéndolo. Obviamente el conflicto llega con los protagonistas, por decirlo así, lo que más a veces critican justamente son a los políticos que encarnan los papeles de candidatos en estos debates, pero el debate en sí es valorado como algo positivo”.
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Foto: Agencia EFE