Redacción Canal Abierto | A poco de cumplirse 15 años de la desaparición de Luciano Arruga, familiares y amigos anunciaron las actividades que se realizarán para mantener viva la memoria del pibe que se convirtió en símbolo y bandera de la lucha contra la represión, la violencia estatal y la criminalización de la pobreza.
El próximo sábado 27 de enero se realizará una movilización que partirá de Avenida General Paz y Mosconi, en Lomas del Mirador, a las 16.30, hasta la Plaza Luciano Arruga ubicada en Perú y Pringles de esa localidad.
“La marcha recorrerá las calles que Luciano tantas veces caminó. Tendrá intervenciones artísticas y culminará con un cierre musical con Sara Hebe en la plaza del barrio 12 Octubre, lugar donde vivió Luciano y aún vive su familia”, explicaron los organizadores.
Luciano Arruga tenía 16 años cuando fue secuestrado, torturado y desaparecido el 31 de enero de 2009 por efectivos de la Policía Bonaerense que lo hostigaban permanentemente como a otros jóvenes de la zona. Su cuerpo fue encontrado en 2014 como NN en el cementerio de Chacarita. Su familia y amigos siguen reclamando que se investigue a fondo el caso.
“En ese camino, impulsamos hace diez años un Jury de Enjuiciamiento contra las primeras fiscales de la causa, Roxana Castelli y Celia Cejas Martin, y el juez Gustavo Banco. El desempeño de los funcionarios contribuyó a la impunidad y obstaculiza el acceso a la verdad. El Estado desestimó nuestra denuncia y resolvió no acompañar a la familia”, recuerdan desde el Espacio Luciano Arruga.
“Mientras tanto, la búsqueda de Luciano y la investigación de la hipótesis policial estuvieron y están absolutamente paralizadas en el ámbito de la Justicia Federal”, concluyen.
Además, se puede colaborar con la realización de las actividades a partir de una campaña organizada en la redes sociales
En 2015 la Justicia condenó a diez años de prisión al policía Diego Torales por las torturas contra Arruga cometidas en el destacamento policial de Lomas del Mirador cuatro meses antes de su desaparición.
El destacamento fue expropiado en 2016 y cedido a la Asociación Civil Luciano Arruga, que desde entonces gestiona allí el Espacio de memoria, social y cultural.