Redacción Canal Abierto | Los paros de los trabajadores y trabajadoras de la Salud Pública de 72 y 48 horas en Río Negro y Santa Fe son un síntoma de lo que está pasando en las provincias, donde el ajuste aplicado por el gobierno nacional, la suspensión de todo tipo de partidas y la captura de la renta nacional sin una coparticipación equitativa hacen mella en las administraciones provinciales.
En San Luis, la medida de lucha prevista por la Asociación de Profesionales y Técnicos de la Salud (APTS) para este viernes incluye a los diversos sectores del estado provincial y en Jujuy, el gremio Profesionales Autoconvocados de la Salud (PAUS) realizó en los últimos días un paro por 72 horas. En Catamarca, La Pampa y Chaco también se llevan adelante medidas de lucha sin llegar aún a la retención de tareas.
En Río Negro, la Asociación Sindical de Salud Pública de Río Negro (ASSPUR) lleva adelante un paro los días 19, 20 y 21 de marzo, en continuidad de un plan de lucha que sostiene hace semanas.
Por su parte, el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) de Santa Fe dispuso un paro de 48 horas que se inició este martes 19. Como la provincia los convocó a paritarias para hoy miércoles, postergaron la segunda jornada de lucha para el jueves 21 que se ejecutará si la oferta del gobierno de Maximiliano Pullaro no es satisfactoria.
Río Negro en emergencia
En el marco de la medida de lucha por 72 horas, doce médicos del equipo de Clínica Médica del Hospital Artémides Zatti de Viedma presentaron ayer su renuncia por nota ante la directora, Laura Guttman, por la falta de respuestas al pedido de recomposición salarial que sostienen desde el 2020. La funcionaria confirmó a Radio Nacional la decisión de este equipo de trabajadores y no descartó que haya más renuncias en las próximas horas… Lo advertido se confirmó esta mañana cuando recibió las renuncias de todo el equipo de traumatología.
En el Hospital Zonal Ramón Carrillo de Bariloche, el 80% de las Jefaturas del hospital preparan sus renuncias en apoyo a la medida de fuerza, el sector de enfermería decidió no sostener siquiera las guardias de urgencia a partir de hoy y el paro en este nosocomio es por tiempo indeterminado. Pero el gobernador Alberto Weretilneck sigue sordo… y parece no haber quien lo cure.
“Estas medidas sectorizadas son consecuencia de la desesperación. Estos trabajadores obviamente tienen la opción de generar esa medida, de presentar una renuncia, pero hay todo un colectivo de 8.000 trabajadores que no tienen esa posibilidad y que apelan al buen juicio del gobierno provincial y a que dé respuestas”, sostiene en diálogo con Canal Abierto Cesira Mullally, secretaria General de ASSPUR, gremio que representa a todo el arco de trabajadores de la salud pública provincial: profesionales y no profesionales, desde mucamas, personal de mantenimiento, choferes, enfermería, técnicos y profesionales médicos de todos los hospitales provinciales.
“Exigimos la urgente convocatoria a una paritaria sectorial y un incremento salarial en blanco. Rechazamos los incrementos con sumas fijas y bonificaciones”, sostiene la dirigente. “No es sólo la cuestión salarial, el desabastecimiento es preocupante. No hay stock de insumos. Hay servicios que están virtualmente cerrados, hagamos paro o no”. En cada ciudad y cada uno de los treinta hospitales zonales, se tomaron distintas medidas para hacer conocer el conflicto y recoger la solidaridad de los vecinos. En Fiske Menuco (General Roca) se mantiene un acampe frente al hospital Francisco López Lima.
“Desde ASSPUR -gremio de base de Fesprosa-CTA en la provincia- venimos sosteniendo un plan de lucha desde el año pasado, pero no hay una definición política del gobierno provincial de convocarnos a la negociación paritaria sectorial. Se siguen definiendo los salarios del sector de salud en la misma mesa que el resto de los estatales con una representatividad parcial porque están los sindicatos tradicionales en esa mesa y no hay una convocatoria al legítimo representante de los trabajadores”.
Esta mañana la secretaria de la Función Pública de la Provincia, Tania Lastra, dejó entrever en declaraciones a la prensa que el problema salarial que motiva la medida de fuerza es un problema de los profesionales médicos. “De ninguna manera. A la compañera mucama, la administrativa, el compañero chofer tampoco les estaría alcanzando un sueldo que, con el último esfuerzo que hizo el gobierno provincial, va a llegar a los 500 mil pesos en el mejor de los casos el mes que viene. La gran mayoría de los trabajadores de la salud pública de la provincia estamos por debajo de la línea de pobreza, ni hablar de los costos mínimos de vida en una provincia patagónica que tiene costos más elevados que el resto del país”, sostiene la dirigente gremial.
El último ajuste salarial para los estatales de la provincia fue en noviembre de 2023, esos son los salarios que paga la administración provincial luego del “Caputazo” de diciembre, con una megadevaluación del 118% y una inflación acumulada de casi 70 puntos. El único intento de compensación fueron dos bonos de 60 mil pesos pagados en enero y febrero.