Redacción Canal Abierto | El ministerio de Energía y Minería que conduce el ex CEO de Shell Juan Aranguren liberó el precio de los combustibles, operación que estaba prevista para principios del año que viene. Desde de octubre, las empresas petroleras quedan habilitadas a modificar el precio de venta.
No obstante, el ministerio les habría pedido de manera informal que un eventual aumento se postergara hasta noviembre, para no alentar el descontento social de cara a las elecciones generales del 22 de octubre.
Una de las principales ganadoras con esta medida son empresas como YPF o Axion, que participan en toda la cadena del negocio hidrocarburífero. Ahora YPF, por ejemplo, podrá recuperar en los eslabones de refinación y comercialización la rentabilidad que pierde en la extracción de crudo, cuyo precio local desciende desde 2016 por la decisión oficial de desandar el camino de convergencia con los precios internacionales.
Pero también se benefician las empresas que se dedican en exclusiva a la refinación y comercialización en bocas de expendio, como Shell, Petrobras y Oil combustibles. Hasta ahora establecían sus precios en función de lo que pagaban por el petróleo crudo que les compraban a las productoras locales (YPF, Pan American Energy, Pluspetrol y Petrobas, principalmente). Pero ya quedan liberadas de ese compromiso: podrán importar o comprar en el país, según les resulte más conveniente. Su rentabilidad será mayor, porque los precios internacionales de crudo para ser refinados son más accesibles que tres años atrás.
Nada es casual bajo la gestión del ex CEO de Shell: desde 2016 la angloholandesa lideró el aumento sustancial en la importación de combustibles líquidos, gracias a que los precios internacionales están más bajos que los locales. Asimismo, Shell captó a costa de YPF dos puntos porcentuales más en la cuota de mercado de combustibles líquidos, a partir de que la diferencia de precios entre ambas empresas –que siempre beneficiaron a la de mayoría estatal- comenzó a achicarse.
En diálogo con Canal Abierto, el especialista en temas energéticos del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) Gustavo Lahoud aseveró que “hay una visión preponderante en el Ejecutivo acerca de que la libre oferta y demanda optimiza el esquema hidrocarburífero. Es una convicción ideológica, que omite que países como el nuestro no controlan variables como la del precio internacional del petróleo ni la del dólar local”.
El especialista agregó que estas variables son manipuladas por conglomerados oligopólicos que, además, se pueden cartelizar poniendo en riesgo la accesibilidad de la comunidad a los bienes energéticos.