Redacción Canal Abierto | El escándalo en torno a los alimentos que el gobierno mantuvo acopiados hasta el límite de la fecha de vencimiento sigue sumando capítulos. A la renuncia del segundo de Sandra Pettovello en el megaministerio de Capital Humano, Pablo De La Torre, le siguieron una serie de medidas planteadas desde el Ejecutivo.
La primera es la inclusión del doctor Abel Albino, titular de la Fundación Conin, para tercerizar a través de ésta la distribución de los alimentos. Albino es un médico pediatra vinculado al Opus Dei, que tuvo una alta exposición pública a partir de su presentación en las audiencias convocadas por el Congreso cuando en 2018 se discutió por primera vez la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Entonces, había planteado que la única posibilidad de evitar el embarazo no deseado era la castidad, ya que el uso de preservativos no era eficiente. También atacó ese instrumento para la prevención del HIV, aduciendo que el virus podía traspasar la porcelana.
Ahora, su fundación formará parte de la entrega de alimentos a los sectores más desprotegidos a través de su cadena de sedes en todo el país. Es decir, que no se termina con la tercerización, sólo se cambia a las organizaciones sociales que habitan y trabajan en los barrios y las comunidades necesitadas por esta entidad.
En diálogo con Canal Abierto, el titular de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA) Omar Giuliani definió a Albino como “un pediatra siniestro cuya fundación se asemeja a la que en Chile fue socia de Pinochet. Es un personaje que desconoce lo que es el abuso sexual infantil. Es un hombre del Opus Dei y de lo más recalcitrante de la derecha de la Iglesia Católica que está asociado a un paradigma cultural e ideológico que tiene que ver no con la justicia social, sino con asistir a los pobres que ellos generan pero que además construye negocios a partir de esa asistencia”.
“Un señor que tiene pensamientos medievales y que asocia la desnutrición infantil a lo malas que son las madre, a las que trata de prostitutas. Gente así no puede tener ningún pergamino con respecto al ataque de la desnutrición infantil. Estas instituciones pretenden enseñarle a la gente cómo cocinar cuando, en realidad, la desnutrición infantil es producto de un modelo social, político y económico”, agregó.
Otro de los nombres que se sumó a aportar su know how es el ministro -por ahora- sin cartera Federico Sturzenegger. El autor intelectual del DNU/70 y la Ley Bases interrumpió su descanso dominical para sentar su postura a través de X.
“En este sistema alternativo el objetivo de emergencias a cubrir se mantiene inalterado pero la ejecución cambia radicalmente. En el nuevo sistema no se compran los bienes sino que compra una “opción de compra” de esos bienes (en jerga financiera es un call)”, explicó en un hilo de la red social.
Según el esquema, “el sector privado cobra por proveer ese seguro y a cambio se compromete a la entrega de los bienes cuando y donde se le requiera. Es una idea muy sencilla: el gobierno compra un seguro de entrega inmediata en la emergencia. El sector privado usa toda su logística y capacidad de almacenamiento para proveer este stock. Y como ese stock rota, los productos estarán siempre disponibles sin que el Estado tenga que tener inventarios o tener un solo depósito”.
Giuliani evaluó que “no hay mucho para inventar ahí. Hay que invertir, hay que repartir la mercadería y hay que asistir en términos de asistencia directa a aquellos que la están pasando mal. Estamos hablando de que siete de cada diez pibes y pibas en la Argentina son pobres, estamos hablando de un 55% de la población bajo la línea de pobreza. Por lo tanto, la aparición de Sturzenegger tiene que ver con algún negocio o es parte de alguna interna de este gobierno”.
“Este Gobierno desprecia a los pobres, desprecia a los trabajadores y en el proceso de atacar al Estado, han desmantelado estructuras del Estado que son aquellas que llevan adelante el tema de la asistencia”, agregó
“Como ellos consideran que no debe existir la justicia social, por lo tanto quieren construir un Estado que no esté presente para la construcción de la justicia social, pero que sí esté presente para los negocios del extractivismo y de la pérdida de soberanía de nuestro país”, concluyó Giuliani.