Redacción Canal Abierto | La desaparición de Loan Peña en Corrientes puso en la mirada nacional la problemática de la trata de personas y la importancia de políticas públicas en la materia por parte del Estado.
La motosierra no tuvo contemplación con los ámbitos que abordaban este delito. Además del desguace en abril de este año del Comité de Lucha contra la Trata en la Argentina, lo mismo ocurrió con el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, dependiente del Ministerio de Justicia.
Daniela Gasparini es psicóloga especializada en género y derecho, y experta en la problemática de trata de personas en nuestro país. Este año corrió la suerte que miles de trabajadores y trabajadoras del Estado: fue despedida de su cargo.
“Mi trabajo durante 13 años – desde el año 2011 hasta que me despidieron – fue durante varios años en el rescate y asistencia víctimas del delito en todo el país, porque es un programa de injerencia nacional. Éramos convocadas para poder rescatar y asistir a las víctimas, tanto en procedimientos como allanamientos pero también en lugares donde las víctimas se encontraban cuando se escapaban como ser hospitales o centros de contención a la víctima. Hemos articulado, por ejemplo, muchos casos con los centros de acceso a la justicia con hospitales con programas de género y derechos humanos de diferentes municipios del país”, rememora Gasparini en diálogo con Canal Abierto.
Respecto de esa labor, explica que “es un trabajo las 24 horas del día, los 365 días al año, que no tiene feriados, vacaciones, domingos ni nada”. Después, cuenta, «empecé a coordinar los equipos técnicos de rescate: estuve varios años coordinando y armando procedimientos junto con las fuerzas federales de seguridad y junto con el Poder Judicial, con el Ministerio Público Fiscal, armando equipos profesionales para las intervenciones. Con la experiencia y expertise que ya tenía coordinaba los procedimientos y orientaba los resultados de los casos y las derivaciones posteriores”.
“Durante la pandemia tuvimos un rol muy importante porque no dejamos de trabajar, fuimos personal esencial. De hecho, yo estuve en las primeras asistencias en el marco de la pandemia sanitaria, donde todavía no sabía cómo el virus afectaba a la población y no había vacunas. En esas condiciones trabajamos y seguíamos asistiendo a las víctimas”, recuerda Gasparini.
En el marco de la pandemia, se abocó a la formación, en un primer momento de manera virtual y, a medida que las restricciones sanitarias lo fueron permitiendo, de manera presencial. El ámbito eran distintos programas, incluidas universidades y espacios de salud. “La trata es un delito que incluso se incrementó dentro de las fronteras nacionales”, señala Gasparini.
Al retorno total a la presencialidad, la profesional pasó de la coordinación de los equipos a crear el área de prevención y capacitaciones. “Desde allí empecé a capacitar a todo el país: en escuelas a chicos de primaria y secundaria, al personal de los hospitales y personal de diferentes espacios, de municipios y gobierno de todas las provincias. Y, por supuesto, a las fuerzas federales de seguridad, a las fuerzas locales también, al personal del Poder Judicial”, explica.
Y plantea que “es un trabajo bastante arduo, de mucho esfuerzo, porque se trata de llegar a lugares que no llegaba nadie y concientizar sobre una problemática que existe en todos lados para saber qué hacer y cómo prevenir este delito”.
Gasparini aclara que “a este programa siempre le faltó personal para poder abarcar todas las intervenciones en todo el país, tanto para rescatar y asistir a las víctimas como para atender la línea nacional de denuncias sobre trata de personas, que es la línea 145”.
Y amplía: “este es un programa que funciona las 24 horas, todos los días del año durante el día y durante la noche. Hay procedimientos, hay denuncias y hay víctimas que rescatar. Así que siempre faltó personal. Eso sucedió desde que se creó hace 15 años hasta la actualidad”.
Pero lejos de mejorar la situación, la profesional cuenta que “en el marco de los despidos decidieron dejar afuera a 13 personas, de las cuales la mayoría eran profesionales de los equipos de rescate y operadoras de la línea 145. Esos despidos no se reestablecieron ni se reemplazaron”.
Respecto de su caso personal, Gasparini advierte que “fui la única despedida en esta ola de despidos a mitad de mes y que fue un despido nominal por discriminación política”. La mención es en referencia a que es Secretaria General del Movimiento Libres del Sur en CABA, espacio político por el que encabezó boletas en la Ciudad de Buenos Aires en varias elecciones.
Más allá de situación personal, Gasparini advierte que “cómo rescatar y asistir a una víctima es algo que no te enseñan en ninguna facultad. Es una expertise que adquirís no solamente con experiencia en el territorio, sino también con las coordinadiones y en estudiar el tema y profesionalizarte en el campo a desarrollarte”.
“La trata de personas es un delito internacional muy eficaz porque recauda mucho dinero. Y es algo que que siempre está relegado. Y somos muy pocas las personas que tenemos los conocimientos como para para poder hacer y realizar prevención del delito de hecho”, subraya
En tal sentido, cuenta que “yo soy de las personas más capacitadas y siempre trabajé con mucho profesionalismo, siempre fue muy respetuosa de mis espacios de trabajo, siempre traté de llevar adelante mi trabajo con mucho compromiso, trabajando más horas de lo que decía mi contrato, por supuesto por lo que implicaba este trabajo”. Como detalle, señala que aún durante el gobierno de Macri continuó trabajando en el programa.
“Alguien que elige trabajar acá pudiendo trabajar en el ámbito privado es porque realmente le interesa la política pública. Ese es mi caso por lo menos. Siendo psicóloga y teniendo posgrados, me dediqué a esto porque realmente me interesa la política pública y combatir de este delito”, añade.
Respecto de la visibilización de la problemática de la trata a partir de la desaparición de Loan, Gasparini reflexiona que “la trata es un delito que existe, que está en todas las ciudades del país y cuandohay una conmoción nacional por la desaparición de un niño de 5 años que trae la luz también las dificultades que tuvo siempre el Estado para el abordaje en este tipo de problemáticas, lo que hay que hacer es fortalecer la política pública, fortalecer al Estado porque es el único capaz de combatir el delito”
“No sólo nos deberían reincorporar a todas las personas despedidas del programa. Somos14 personas, lo que es un montón para equipos que no superan los 30 profesionales en todo el país. Me parece que no solamente deberian reincorporanos a las 14, sino que deberían sumar nuevos profesionales para los equipos de rescate y la línea 145 con la capacitación necesaria para llevar adelante estas funciones. Porque lo necesitamos como sociedad fortalecer esta política pública, no desmantelarla”, concluye.