Redacción Canal Abierto | El 7 de julio, en El Cohete a la Luna, el ex embajador argentino en Haití, Ernesto López, publico un artículo titulado “Violencia sin control”, en el que hace una enumeración descontextualizada de los cambios de Gobierno y de la presencia de grupos criminales para explicar la inestabilidad política del país caribeño.
Henry Boisrolin, coordinador del Comité Democrático Haitiano en Argentina calificó al texto como “un agravio” a su pueblo y a su historia, y escribió una carta abierta para llamar a la reflexión al diplomático, que fue publicado y luego respondido por López.
“No obstante, luego de leer su respuesta a la carta publicada gentilmente el domingo 14 de julio último pasado por El Cohete a la Luna, me di cuenta que mi intención y argumentos no tuvieron el efecto planteado”, indicó el dirigente haitiano. Ante esto, decidió publicar una nueva carta, pero esta vez, destinada a quienes “luchan por la integración y la autodeterminación de los pueblos”.
“Considero que no es mucho pedirle al Sr. ex embajador un mayor esfuerzo para comprender las razones fundamentales de la crisis haitiana”, dice Boisrolin en un pasaje del escrito.
A continuación, la carta completa:
Carta a las personas que habitan esta Patria Grande y luchan por la integración y la autodeterminación de los pueblos.
A los/as patriotas de la Patria Grande que luchan por el respeto entre los Pueblos
Al enviar una Carta Abierta al Sr. Ernesto López, ejerciendo el derecho a réplica en respuesta a su artículo publicado en El Cohete a la Luna del domingo 7 de julio último pasado, la intención de tal iniciativa fue llamar a la reflexión y refutar varias afirmaciones y consideraciones temerarias vertidas por el autor. Y, como había procedido aportando datos que cualquiera puede corroborar sin dificultad alguna, pensé correcto solicitar al Sr. López una rectificación y presentación de disculpas. A todas luces, sus elucubraciones representaban un agravio al Pueblo Haitiano.
No obstante, luego de leer su respuesta a la carta publicada gentilmente el domingo 14 de julio último pasado por El Cohete a la Luna, me di cuenta que mi intención y argumentos no tuvieron el efecto planteado. Lo más sorpresivo fue no encontrar en su especie de descargo un solo dato demostrando fehacientemente la falsedad de un solo dato mío.
En efecto, sólo leí frases que me dejaron atónito. Por ejemplo: “Tengo muy claro que tanto el Sr. Boisrolin como quien ahora responde tenemos el derecho de escribir lo que nos parece que corresponde”. Luego persiste diciendo: “Dice Boisrolin que lo escrito por mí es un agravio al pueblo haitiano. Tiene el derecho de decirlo. Así como quien esto escribe tiene el derecho de publicar lo que le parezca adecuado”.
Ante semejante postura, vale aclarar al Sr. López que no escribí sin apoyarme en datos concretos y verificables y argumentos fundamentados, y no porque “me parece adecuado”. Es elemental comprender que tal proceder de parte del Sr. López no tiene nada que ver con recomendaciones científicas, reglas de convivencia y respeto entre seres humanos.
Al final de su “respuesta” escribió: “No tengo nada contra Haití. Al contrario, viví allí durante tres años y medio. Me enamoré del pueblo haitiano y tuve una muy buena relación con el entonces Presidente René Préval. Pero no puedo dejar de tener en cuenta que en este bello país la democracia tiende a funcionar insuficientemente”.
Además, el Sr. López menciona que fue Embajador de la República Argentina en la República de Haití (2005-2008). Me alegró saber también, que el Sr. Ex-Embajador López es un enamorado del Pueblo Haitiano. Sin embargo, en base a este amor y a la función de representación diplomática de la República de Argentina que le tocó desempeñar en la República de Haití, considero que no es mucho pedirle al Sr. Ex-Embajador un mayor esfuerzo para comprender las razones fundamentales de la crisis haitiana como así también todos los daños causados por la MINUSTAH al Pueblo Haitiano.
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En este sentido, pienso que, como ex diplomático en Haití, el Sr. López podría procurarse fácilmente, por ejemplo, el libro LA ONU Y EL CÓLERA EN HAITÍ (2020, Ediciones Fundación Juan Bosch, Santo Domingo, República Dominicana). El autor de esta obra es el brasileño Ricardo Seitenfus, intelectual brasileño que, entre los años 2009 y 2011, fungió como Representante Especial de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Haití. Un libro que, a través de sus 207 páginas, aporta datos concretos e irrefutables.
Así, el Sr. López podría leer algo muy ilustrativo en la contratapa de este libro: “El lector de este libro se sentirá invadido por un sentimiento de rebeldía, nacido de la actitud vil, despreciable, marcada por las mentiras y la cobardía de los mentores de la Organización de las Naciones Unidas. Nunca la ONU ha tratado a un Estado Miembro -que además es un Estado fundador- de manera tan petulante y deshonrosa como lo ha hecho con Haití y su pueblo.”
A modo de conclusión, diría que el verdadero problema radica en la dominación neocolonial que caracteriza a la sociedad haitiana. La lucha nuestra es, entonces, por recuperar la independencia, la soberanía y el inclaudicable derecho a la autodeterminación de Haití. No hace falta que alguien nos diga qué hacer o cómo proceder.
Un Pueblo que supo escribir una de las páginas más gloriosas de la historia de la humanidad, que colaboró de manera desinteresada con la abolición de la esclavitud en otros territorios, así como en la lucha por la independencia y nacimiento de nuevas repúblicas, derramando la propia sangre en tierras lejanas por la libertad, sabrá qué y cómo hacer para resolver sus problemas.
No está de más, en base a algunos datos proporcionados en mi anterior Carta, señalarle al Sr. López que, en lugar de repetir “Haití es el país más pobre” tal como lo hacen los medios pertenecientes a la llamada gran prensa internacional, sería mejor y más apropiado decir país más empobrecido.
La Carta del Libertador Simón Bolívar al Presidente de Haití Alexandre Pétion, me exime de cualquier otro comentario.
Respetuosamente,
Henry Boisrolin
Coordinador del Comité Democrático Haitiano en Argentina