Redacción Canal Abierto | Del 25 al 28 de julio, los trabajadores y trabajadoras ceramistas agremiados en la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (FOCRA), realizaron una huelga nacional de 96 horas ante la decisión de las empresas de intentar una rebaja salarial. Como respuesta, la compañía Cerro Negro, líder en el mercado, inició un lockout patronal
Según contó el abogado de la FOCRA, Carlos Zamboni Siri, la empresa pretende “castigar a los trabajadores” que iniciaron el reclamo a causa de que las patronales —integradas en la Cámara de Fabricantes de Pisos y Revestimientos Cerámicos y la Cámara Industrial de Cerámica Roja— se negaron a mantener los salarios reales en los mismos términos que la inflación de ese período, y pretendieron congelarlos hasta fin de año.
“La cámara ceramista, en línea con la política del gobierno de Javier Milei, desde diciembre hasta hoy generó una caída de entre 15 y 20 puntos del salario real, que llega hasta 45 puntos en ceramistas. Estos grupos económicos aprovechan los aires reformistas de la Ley de Bases para compensar, de alguna manera, la caída de la industria con la rebaja del salario real como mecanismo para compensar sus ganancias”, planteó el letrado en declaraciones a Radio Provincia.
A través de cartas documento, Cerro Negro comenzó a amenazar a los huelguistas con despidos con “justa causa”, buscando intimidarlos para que abandonen la lucha. La posibilidad de hacerlo es, como señala Zamborini Siri, la Ley Bases, el nuevo plafón legal del que pueden valerse las empresas para castigar medidas gremiales.
El apriete
Este nueva modalidad de apriete patronal está dado por la modificación del artículo 242 de la Ley de Contrato de Trabajo que incluyó la nueva norma.
“Este artículo establecía, antes de la reforma, la posibilidad de rescindir el contrato de trabajo con justa causa, una potestad de cualquiera de las dos partes: el trabajador y la empresa. Se refería a cosas que podían ser consideradas una injuria grave, pero no había un listado: había que evaluar en cada caso —explica Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALA)—. Ahora, con la modificación de la Ley Bases, se agrega para una de las partes, la del empleador, la posibilidad de despedir con justa causa por considerar injuria grave la participación en bloqueos o actividades que impliquen un perjuicio a terceros o a la empresa, etc. Es decir, que el empleador puede echarte por participar de una huelga y después tenés que probar que no hubo bloqueo”.
En otras palabras, la nueva ley permite que el empleador presuma que hay justa causa de despido cuando los trabajadores realizan medidas de fuerza, y decidir unilateralmente su despido sin indemnizarlos.
“Después, el trabajador tiene que hacer un juicio, puede tardar cinco años para demostrar que no era así y a lo sumo va a cobrar la indemnización, no a ser reincorporado”, agrega Cremonte en diálogo con Canal Abierto.
Ésta es la primera vez que hay una utilización de las patronales de esta reforma laboral para restringir el derecho de huelga o atemorizar a los trabajadores que pueden echarlos si hacen huelga.
El conflicto
En números, la última propuesta de las cámaras ceramistas fue de un 30% en cuotas de 10% que recién se cobraría en su totalidad en septiembre, e incluyen en ese aumento a los meses de mayo y junio de 2024.
Sumando el atraso por mayo (IPC 4,2%) y junio (IPC 4,6%), los salarios deberían aumentarse en un 45% solamente para mantener el poder adquisitivo de principio de año.
“Las empresas se niegan a presentar los balances en la negociación laboral, que es algo que deben hacer por ley. Y se niegan porque no quieren mostrar sus ganancias. Una empresa que cotiza en Bolsa, como Cerro Negro, y está obligada a publicar sus balances, ganó solo en el primer trimestre de este año 1.200 millones de pesos”, afirmó Zamboni Siri.