Redacción Canal Abierto | Al igual que con la mejora del salario, la presunta detención de la caída del empleo que arrojaron los números de la Secretaría de Trabajo en julio aún no logra ser percibida por la población. Por el contrario.
En un estudio publicado a fines de agosto por la consultora Analogías, el desempleo se encuentra en el segundo lugar con 24,2% —después de la corrupción y antes que la inflación— entre los principales problemas que enfrenta la Argentina según los encuestados. En marzo y según la misma consultora, la desocupación estaba en cuarto lugar, con apenas el 15,9% de las respuestas.
Corolario: Ante la pregunta “¿qué problema cree usted que es peor para la economía, la inflación o el desempleo?”, el 47,6% respondió que el segundo, mientras que el 43,4% se inclinó por la primera.
El fenómeno tiene una explicación, o varias. “¿Se frenó la caída en julio? Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) el empleo registrado habría crecido un 0,05%. El Gobierno va a sostener que eso implica la interrupción del proceso de destrucción de empleo. Parece poco, y sobre todo pronto, para sacar semejante conclusión”, advierte el experto en legislación del trabajo e investigador del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA, Luis Campos.
Lo mismo, pero más rápido
Además de aclarar que la EIL es una encuesta “con sus debilidades y fortalezas”, ya que no releva microestablecimientos y tiene un alcance geográfico más acotado entre otras cuestiones, asegura que “la desaceleración de la que hablaba hace un mes fue sólo eso, la variación de un mes”, en una secuencia de caída estrepitosa.
En junio, en comparación con noviembre de 2023 y según datos de la Secretaría de Trabajo, se contabilizaron 182.547 empleos menos, la gran mayoría de ellos provenientes del sector privado.
“El sector privado acumula 10 meses consecutivos de destrucción de empleo. La caída acumulada es de 169.265 trabajadores. En términos absolutos, en junio de 2024 hubo menos trabajadores registrados en el sector privado que en junio de 2015. Un desastre”, sintetiza Campos.
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Por otro lado, recuerda que esta fase de destrucción de empleo “viene más intensa que las anteriores”: la de fines 2015 y principios de 2016 duró 9 meses y la caída fue del 1,5%. La iniciada en el segundo trimestre de 2018 a los 10 meses acumulaba un retroceso del 2,1%. Ahora llevamos un 2,6% abajo. Como alguna vez dijo Mauricio Macri sobre lo que debió haber hecho en su gobierno, “lo mismo, pero más rápido”.
En el sector público, desde diciembre de 2023 se perdieron 85.099 empleos, según datos de la Secretaría de Trabajo.
Los más afectados
En términos sectoriales, la construcción es una de las más afectadas. Tanto, que su caída tampoco se detuvo en julio y volvió a descender otro 0,8%.
En julio, el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) del INDEC registró una baja, respecto de 2023, de 20,4%. En los primeros siete meses del año el acumulado es un 30,9% más bajo que en el mismo período del año pasado. El sector ya lleva, en comparación con mayo de 2023, 100.000 trabajadores menos.
A ellos habrá que sumarles los más de 230 despidos asociados al cierre de la obra del reactor CAREM 25 (Central Argentina de Elementos Modulares), en la localidad bonaerense de Lima. Se trataba del prototipo de reactor por el cual el país tendría en operación la primera central nuclear de potencia íntegramente diseñada y construida en Argentina.
La industria es otra de las que más sufrieron el plan económico del Gobierno, con una caída del 20% de junio a junio de 2023. Los últimos cuatro meses cayó, seguidamente, 0,4%. En julio se registraron 30.000 trabajadores menos que en agosto del año pasado.
Por su parte las pequeñas y medianas empresas nucleadas en la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) lanzaron un comunicado el 9 de julio donde denunciaban “que en seis meses Javier Milei y Luis Caputo destruyeron 10.000 empresas pymes en la Argentina”, unas 50 empresas por día.
En tanto, las multinacionales no detienen su éxodo, a razón de una empresa por mes de gobierno de Milei. Muchas, que han decidido no vender su capital sino reducir sus costos por el achicamiento de las ventas, apelaron a las suspensiones, que llevan “cuatro meses instaladas en niveles bastante elevados”, detalla Campos.
Las integrantes de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos agrícolas e industriales (AFAT) hicieron público un comunicado donde advierten que están ante una caída en la producción del 50% en promedio respecto del año pasado, sobre todo debido a la caída en las ventas. Dada la situación, anticiparon que podrían reducir horas de trabajo, suspender y hasta despedir personal.
Ilustración: Marcelo Spotti