Redacción Canal Abierto | Una encuesta realizada por la consultora que dirigen Paola Zuban y Gustavo Córoba arrojó un dato que podría encender alarmas en La Libertad Avanza. A poco más de un año de las elecciones legislativas que los gobiernos utilizan como termómetro de la aceptación que tiene su gestión, el Ejecutivo encuentra que el fuerte del electorado que lo depositó en la Casa Rosada le empieza a ser esquivo.
En el marco de una encuesta que analizaba el impacto del veto a la Ley de Financiemiento Universitario, la consultora realizó un apartado en el que en cada provincia se preguntaba a los participantes sobre la aceptación de los gobiernos nacional y provincial.
El vaso medio lleno que puede ver el Gobierno es que en las provincias con mayor densidad electoral sigue cosechando buenos resultados. Así en Córdoba, Santa Fe Entre Ríos y Mendoza, la aprobación al Gobierno supera el 50%, aunque siempre por detrás de la imagen de Llaryora, Pullaro, Frigerio y Cornejo. Este fenómeno se repite en cada uno de los 23 distritos: el índice de aprobación de Javier Milei nunca alcanza al de cada mandatario subnacional.
En Córdoba, Milei suma 52% de aprobación sobre 47% de rechazo. Cabe recordar que es una provincia en la que ganó desde las PASO hasta llegar al 74% en el ballotage. En Mendoza tiene 52,9% de aprobación y 42,8% de rechazo. En Santa Fe, 50,9% a favor y 47,7% en contra. Entre Ríos también lo favorece con 54,2% sobre 44,2%.
Otras provincias en las que cosecha aprobaciones por encima de los rechazos son Catamarca (48,4 sobre 47,8), Chaco (55,1 a 42,3), Corrientes (52 a 47,1), Jujuy (53 a 45,6) Tucumán (54,7 a 45,3)
Si pensamos en distritos que le dieron la espalda al peronismo, la excepción a la regla la constituye la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el Jefe de gobierno Jorge Macri tiene una aprobación del 51,9% y un rechazo del 47,8%, el Presidente de la Nación tiene es desaprobado por el 63,3% y un magro 36,1% de aprobación. Se trata de la jurisdicción en la que la desaprobación encuentra su nivel de rechazo más alto.
Cabe recordar que tanto en las PASO como en las generales del año pasado, La Libertad Avanza fue la tercera fuerza en suelo porteño, por detrás de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria. Como ambas fuerzas disputaron su candidatura a la elección nacional, Milei fue el tercer candidato en las primarias, por detrás de los candidatos de Juntos por el Cambio (Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta) y por encima de los resultados individuales de cada uno de los canditatos de Unión por la Patria (Sergio Massa y Juan Grabois).
La misma posición obtuvo cruzando la General Paz. Y en la provincia de Buenos Aires también tiene menos aprobación que rechazo. Allí cosecha un 60% de opiniones desfavorables sobre un 39,3% de aprobación. A modo de premio consuelo, Milei puede decir que Axel Kicillof también tiene saldo negativo, aunque con un margen mucho más estrecho: 51,9% en contra y 47,8 a favor.
En San Juan tiene un 47,3% de aprobación. Es el mismo porcentaje que cosechan los rechazos.
El resto de las provincias comparte el diferencial en rojo para Milei: Formosa (52,9% a 39,8), La Pampa (58,9 a 38,9), La Rioja (58,5 a 41,5), Neuquén (59,1 a 38,8), Río Negro (58,6 a 40,2), Tierra del Fuego (50,8 a 49,2), Salta (60,7 a 38,2), San Luis (60,6 a 38,5), Misiones (50,7 a 47,5), Santiago del Estero (62,8 a 32), Santa Cruz (59,4 a 40,4), Catamarca (48,4 a 47,8) y Chubut (58,2 a 41,4).
Además del interés que estos datos tienen para Milei, también deberían ser observcados por los mandatarios de los estados subnacionales. En muchos casos se planteó que el apoyo que han dado para las medidas hiperliberales del actual habitante de la Quinta de Olivos se debía a que el mismo electorado que los había elegido para comandar los estados de sus provincias habían hecho lo propio con Milei para nación. Ahora la relación pareciera estar cambiando.
Otro detalle que surge del análisis de los números aportados por Zuban-Córdobaes que la mayoría de los gobernadores que implicaron un cambio de signo político tras muchos mandatos de otra fuerza cuentan con un diferencial positivo a favor. Tal es el caso del chubutense Ignacio Torres (54,8 a 44), el santafesino Maximiliano Pullaro (54,1 a 45,5), el entrerriano Rogelio Frigerio (56,9 a 41), el neuquino Rolando Figueroa (58,1 a 41,6), el sanjuanino Marcelo Orrego (58,2 a 39,3) y el santacruceño Claudio Vidal (52,9 a 44,4).
La intriga es si estos nóveles mandatarios pondrán en juego este capital y el logro de haberse hecho con la gobernación de su provincia en pos de garantizar el avance de un gobierno cuya gestión no cuenta con el beneplácito de los habitantes de sus provincias.