Redacción Canal Abierto | El Boletín Oficial del 30 de octubre trajo consigo una nueva sorpresa: el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, publicó un protocolo especial para detenciones de personas del colectivo lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) que deroga el anterior, de 2011, e incurre en precisiones que atentan contra tratados internacionales de derechos humanos.
“El de 2011 fue un protocolo que hicimos las organizaciones junto con el Ministerio de Seguridad, y data del año anterior a aprobarse la Ley de Identidad de Género. Como no había ley, era necesario un protocolo que le diera la orden a las fuerzas de seguridad de que respetaran la identidad de género de las personas –detalla María Rachid, titular del Instituto contra la Discriminación de la Ciudad y secretaria general de la Federación Argentina LGBT (FALGBT)-. Ahora hay un protocolo que deroga el anterior, que dice prácticamente lo mismo y que lo que agrega son incoherencias. Es una barbaridad y de una ignorancia absoluta en derechos humanos y en diversidad sexual”.
El Protocolo General de Actuación de Registros Personales y Detención para Personas Pertenecientes al Colectivo L.G.B.T, como figura en el Boletín, generó el rechazo de las más de cien organizaciones nucleadas en la FALGBT que no fueron consultadas y emitieron un comunicado donde manifiestan una “profunda preocupación”.
Para ellas, uno de los puntos más preocupantes del Protocolo es el Anexo I, donde explicita que “queda totalmente prohibido todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión”. “Cabe preguntarnos en este punto, ¿sí estarían habilitadxs para generar dolores y sufrimientos leves o moderados? Y si es así, ¿cuáles serían estos a diferencia de los otros?”, interroga el comunicado.
El otro punto llamativo restringe que las requisas y detenciones de la población LGBT sólo podrán ser realizadas “por personal femenino”. “Esto expresa un profundo desconocimiento de la población LGBT y de la diversidad sexual en general. Es innecesario que una mujer haga una requisa a un hombre trans, bisexual o gay”, sostienen desde la FALGBT y afirman que, en algunos casos incluso “puede ser violatorio de la identidad de género de estas personas”.
Por otro lado, recuerdan que “si las fuerzas de seguridad efectivamente respetaran y cumplieran las leyes vigentes y los derechos humanos -en general-, y la Ley de Identidad de Género -en particular-, no tendría razón de existir este Protocolo”.
El momento en el que se da a conocer el protocolo es a pocos días de la XXVI Marcha del Orgullo en Buenos Aires, con la consigna “Basta de femicidios a travestis, transexuales y transgéneros. Basta de violencia institucional. Orgullo para defender los derechos conquistados”, y otras muchas que se desarrollan en todo el país en noviembre. Sobre el tema, Rachid considera que se trata de “un acto de demagogia en el marco del mes de la diversidad”.