Por Nahuel Croza | La fábrica de Mondelez en Pacheco suspenderá por tres semanas a sus 2300 trabajadores. La firma multinacional acordó la medida con el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA), conducido hace cuatro décadas por Rodolfo Daer, y comunicó la decisión a los empleados. La actividad se reanudará el 4 de enero.
La multinacional de origen estadounidense, ex Kraft Foods, elabora en nuestro país galletitas y golosinas de marcas como Oreo, Terrabusi y Milka. Algunos analistas indican que la medida responde a un descenso del consumo y al sobrestock acumulado. La firma indicó que “se trata de una situación propia de la planificación y adecuación operativa, que se ha realizado en otras oportunidades a fin de mantener la sustentabilidad de la actividad a largo plazo”.
“Con la cantidad de producción que hay hoy, no existe ningún indicio de caída de ventas. La fábrica trabaja las 24 horas, 6 días por semana. La empresa nunca ha comunicado formalmente esta necesidad”, sostiene en diálogo con Canal Abierto el trabajador Javier Hermosilla, congresal por la minoría en el gremio en representación de la Lista Bordó. “Están avanzando sobre derechos adquiridos que conquistamos los trabajadores con la organización. Nos están aplicando la reforma laboral cuando aún no se votó. Están adelantando nuestras vacaciones adecuándolas a la necesidad productiva de la empresa”.
Hermosilla plantea que si no se demuestra la crisis, los trabajadores no tienen por qué ceder este derecho. “A principios del mes de noviembre la empresa anunció la intención de no producir en las últimas tres semanas del año. Que la fábrica no se iba a cerrar, pero que no iba a haber producción. Entonces, le pidió a un grupo de trabajadores si podían adelantar dos semanas de vacaciones, algunas ya programadas y otras aún no, para colaborar con la empresa por la baja de ventas”.
“Nosotros le pedimos a la empresa, a través de carta documento, que informen la situación porque nunca han comunicado formalmente lo que sucede. Todo fue a través de la representación gremial. La empresa debe demostrar al Ministerio de Trabajo esa baja de ventas, por la cual necesita que la gente adelante sus vacaciones”, sostiene el trabajador.

Finalmente, “bajan los gerentes de recursos humanos y le consultan al personal si está dispuesto a adelantar vacaciones. Nosotros entendemos que esto es una extorsión y lo denunciamos. Alguna gente dijo que sí, otra gente lo rechazó, pero lo que finalmente pasó es que la empresa planteó que todo aquel que adelantaba una semana sus vacaciones a partir del 22 de diciembre, se le otorgaba una semana de licencia paga con todos los premios y demás. Ahí la mayoría de los compañeros aceptó esta oferta de la patronal”.
Un mal precedente
Hermosilla alerta: “Este es un precedente muy malo, que la empresa disponga de tus vacaciones según sus necesidades productivas, porque esto lo puede hacer el año que viene, en cualquier época del año, si le bajan las ventas. De esa forma perdemos el derecho de tener las vacaciones cuando lo planificamos; por ejemplo, en verano, cuando los chicos están de receso en el colegio o en vacaciones de invierno; o de poder programar con tu pareja, con tu familia, qué fecha elegir para poder descansar”.
Justamente, este es uno de los ítems que incluye la reforma laboral que impulsa el Gobierno.

No hay motivos
Lejos de tener problemas económicos, la firma este año abrió una nueva línea de producción para producir las galletitas Pepitos -que antes alternaba con Lincoln- y otra para producir Oreo, sumando tres líneas de esta marca. “La mayoría de la mercadería que se produce acá se exporta, porque Oreo, por ejemplo, es una marca global. La empresa vende a todo lo que es el Cono Sur: Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay. Exporta a países de Medio Oriente y al resto del mundo”.
“Sabemos que hay caída del consumo, pero no es el caso de esta empresa. Nosotros no vemos un panorama que amerite la suspensión de personal. En este momento estamos funcionando normalmente. Se debe a una cuestión netamente operativa que la empresa no quiera producir estas semanas. Como están las fiestas en el medio y nosotros tenemos varios días de licencia, de esta forma nos quitan estas conquistas históricas”, concluye el activista gremial.
El rubro solía tener buenos salarios. No es la realidad de estos días. El STIA cerró la paritaria con un aumento del 7% para los próximos tres meses. La empresa, además, lleva adelante una política de eliminar las horas extras y recortaron un día de producción. “Acá se producía los 7 días a la semana. Los domingos cobrábamos al 200% las horas extras. Cada nueva gerencia viene con un nuevo plan de ajustes, para aumentar la productividad, aumentar la explotación”, concluye el exdelegado.

