Redacción Canal Abierto | Esta semana la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) viene realizando una serie de paros y apertura de molinetes en las seis líneas del subte en rechazo al acuerdo firmado por la UTA y el gobierno porteño de un aumento de un 15% en tres partes con cláusula de revisión.
Si bien el guarismo se encuentra en línea con buena parte de las paritarias para este 2018, el incremento no deja de ser exiguo. Sobre todo cuando hasta el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) pone en cuestión la perspectiva inflacionaria para este año. Lejos del 15% augurado por Cambiemos, el organismo internacional de crédito lo plantea en 19,2%. Y se trata de una previsión “amable” para con el Gobierno, siendo que la mayoría de las consultoras ubican las estimaciones en torno al 25%.
“Estamos disconformes con este intento desde el Gobierno, Metrovías y un gremio (en referencia a la UTA) que no es representativo de los trabajadores de imponernos una paritaria a la baja”, lanza Claudio Dellecarbonara, delegado de AGTSyP en la línea B y ex diputado nacional.
Según indica el metrodelegado, el porcentaje cerrado por la UTA es bastante inferior a las propuestas de aumento salarial que los trabajadores ya habían discutido en varias asambleas: “Cerraron un 15% a espaldas de los trabajadores”.
“Hay una decisión política del Gobierno de ajustar a los sectores populares para seguir beneficiando a los grandes empresarios, que en general son amigos del poder o lo ejercen directamente”, señala.
En cuanto a la quita de personería gremial resuelta por la Corte Suprema en marzo de este año, Dellecarbonara asegura: “lo entendemos como un fallo judicial que tuvo como trasfondo el intento de desarticulación de cualquier tipo de organización representativa y democrática de los trabajadores”. En la misma línea, arremete: “la representación no nos la da los papeles que firme este o cualquier ministro de Trabajo, sino la decisión de los propios trabajadores”.
“No sólo salarios, queremos discutir condiciones de trabajo en un sector que se lleva la vida de un trabajador por año por la falta de seguridad de la empresa, y que además tiene grandes falencias para los usuarios. Esto, sin olvidar el fuerte aumento que se viene aplicando al boleto”, sentencia.