Por Sergio Alvez | Cada 11 de mayo se celebra el Día del Himno Nacional Argentino debido a que en esa fecha, pero de 1813, la Asamblea del año XIII sancionó con rango de «Himno» la marcha patriótica compuesta por Vicente López y Planes junto a Blas Parera.
La creación del Himno Nacional Argentino tiene diversas singularidades, e importantes diferencias entre los relatos históricos que dan cuenta de esa trama. Más allá de eso, lo cierto es que su letra fue modificada varias veces por razones políticas. Estos cambios derivaron en la invisibilización explícita del reconocimiento y reivindicación de los pueblos originarios, plasmados en la primera versión de la letra.
Orígenes
Maximiliano Pedranzini, investigador del Centro de Estudios Históricos, Políticos y Sociales Felipe Varela, señala que “el Himno oficial del Estado Nacional fue escrito por Vicente López y Planes dos años después de la Revolución de Mayo en 1812, cuya melodía fue compuesta por el español Blas Parera un año más tarde, siendo ésta aprobada por la Asamblea del Año XIII como marcha patriótica, a pedido del Triunvirato para contar con un canto que represente al pueblo. La marcha patriótica tuvo otras denominaciones posteriores que finalmente, recién en 1847, desembocó en el Himno Nacional. Se trataba de un contexto en el que se estaba conformando el Estado Nación moderno, y que veía como una necesidad política ir tejiendo la vestimenta de la identidad nacional que abrigaría nuestro país. Himno cuya letra original cuenta de 20 estrofas, y tiene una duración de aproximadamente 20 minutos”.
La primera modificación fue a partir de un decreto de Julio Argentino Roca, sancionado el 30 de marzo de 1900. El mismo disponía en su artículo 1º lo siguiente: “en las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de mayo de 1813”.
La fundamentación del decreto enunciaba que “hay en él (himno) estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia”.
Entonces, se extirparon dos estrofas del himno original, la 11 y la 15:
“Más los bravos que unidos juraron
Su feliz libertad sostener,
A esos tigres sedientos de sangre
Fuertes pechos sabrán oponer” (Estrofa Nº 11)
“San José, San Lorenzo, Suipacha,
Ambas Piedras, Salta y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
Del tirano en la Banda Oriental;
Son letreros eternos que dicen:
Aquí el brazo argentino triunfó
Aquí el fiero opresor de la Patria
Su cerviz orgullosa dobló” (Estrofa Nº 15)
“Esto se repitió, pero desde una perspectiva diferente al anterior, por el gobierno conducido por el entonces presidente Marcelo T. de Alvear, entre 1922 y 1928, en el que se abrevió a casi cuatro minutos la entonación siguiendo lo establecido por el decreto roquista de 1900; y en 1928, diecisiete días antes de la finalización del mandato de Alvear, Luis Lareta -por orden del ejecutivo- realiza la transcripción del Himno original vigente en la actualidad. Por tanto, Alvear y la UCR veían como un acto de irreverencia las duras palabras del himno hacia la corona española, particularmente en un contexto de la progresiva reivindicación hispanista que llevaba adelante el radicalismo desde la asunción de Hipólito Yrigoyen, en contraposición a la hegemoníacultural anglosajona que se imponía. El toque final llegaría el 24 de abril de 1944, por medio del decreto Nº 10.302 dictado por Edelmiro Farrell, en el que se aprueba la Marcha Patriótica como Himno Nacional Argentino, consolidando así su carácter oficial”, añade.
Zulema Enríquez, periodista indígena, refirió en una reciente entrevista con la radio de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, que “el himno tenía una letra marcadamente independentista en sintonía con el espíritu de la época, y fue modificándose porque había quienes pensaban que la letra era ofensiva para España, y se temía que se tomen represalias. Arrancaron de cuajo la estrofa que habla del reconocimiento de los pueblos originarios, reconociendo que ese nuevo Estado que surgía tenía sus orígenes en los huesos y el ardor de los Incas”.
La estrofa amputada a la que hace mención Enriquez es la siguiente:
“De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar;
la grandeza se anida en sus pechos,
A su marcha todo hace temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas
Y en sus huesos revive el ardor,
Lo que ve renovando a sus hijos
De la Patria el antiguo esplendor”
“Hay una clara reivindicación a quienes fueron los primeros que defendieron nuestros territorios. En otras estrofas eliminadas se habla de la importancia de los pueblos, se habla de Potosí, de Cochabamba, de Caracas. Es decir que primaba la idea de unidad, y ya se pensaba ese concepto. La reivindicación de nuestros orígenes en el himno es algo que se ocultó luego quitando esas estrofas”, indicó la periodista.