Redacción Canal Abierto | La crisis social, política y económica que atravesó la Argentina a fines de la década del ’90 y estalló en diciembre de 2001 empujó a miles de personas a la calle. Lejos de encontrar una solución, en la última década la problemática se agudizó.
En este contexto, en el año 2003, es que se conformó en la Ciudad de Buenos Aires una organización integrada por personas en situación de calle: Proyecto 7 – Gente en situación de calle.
Un año antes, en el 2002, Horacio Ávila se quedó sin techo por no poder pagar el alquiler de su vivienda. Durante cinco años alternó changas y trabajos semiestables, durmió en plazas y umbrales de edificios. Hoy, a los 55 años, es uno de los referentes de Proyecto 7. “Aunque parezca utópico, nuestro mayor objetivo es dejar de existir y que no haya mas gente en situación de calle”, lanza en esta entrevista con Canal Abierto.
En promedio, la situación de calle provoca casi 100 muertes anuales en toda la ciudad de Buenos Aires. “Es mentira que el frío mata, lo que mata es la desidia y violencia del Estado”, sostiene Ávila, y agrega: “el resto del año nadie se ocupa de la problemática y en el invierno todos salen a ponerse la bandera en situación de calle y nos parece muy deprimente la gente que hace estas cosas. La sociedad no puede tomar como natural que las personas mueran en la calle”.
Indiferencia, maltrato policial y la violencia en los organismos públicos como los hospitales son algunas de los dramas que cada día tienen que afrontar las 6337 personas que –según Proyecto 7- se encuentran en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires. “Del total, cerca de 1500 son abuelos, y un abuelo se muere sentado de frío”.
“La creencia popular es que alguien está en situación de calle porque consume, pero el censo que hicimos da cuenta de que el 60% de la población consume a partir de que comienza a transitar la situación de calle como una forma de sobrellevarla”, explica el referente de la organización.
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