Redacción Canal Abierto| Miguel Angel Vizcaíno, ex docente de la Escuela de Vialidad Nacional, se quitó la vida en la tarde de ayer. Al igual que el resto de sus colegas, se quedó sin trabajo cuando desde la Dirección Nacional De Vialidad se decidió el cierre abrupto de las escuelas, sin siquiera dejar culminar sus estudios a los alumnos que habían comenzado la carrera.
Los despidos se dieron sin indemnización ni tiempo para que los docentes se reubicaran laboralmente. Según el testimonio de Mauro Brunt a Canal Abierto, presidente del Centro de Estudiantes, esto provocó trastornos emocionales en muchos de ellos y adjudica a esta situación la trágica decisión de Vizcaíno: «Imaginemos a Miguel Ángel, un hombre de 58 años, con Párkinson y su familia lejos, a pocos años de jubilarse y queriendo hacerlo como docente de la escuela» afirmó.
Brunt contó que se enteraron de la noticia volviendo de Buenos Aires, a donde habían ido para participar junto a trabajadores de Vialidad de la actividad convocada desde el acampe que realiza esta semana la CTA Autónoma frente al Congreso.
Al enterarse del cierre del establecimiento, por decisión del actual Ministro de Energía, Javier Iguacel, cuando revistaba como máxima autoridad de Vialidad y de la Jefa de Recursos Humanos, Carolina Rodríguez, los alumnos decidieron ocupar las instalaciones de la escuela para evitar su vaciamiento.
A esas actividades se sumaron también profesores, para mantener viva la escuela. «Arrancaron las clases igual, con los profesores sin percibir sus haberes en todo lo que iba del año y el 20 de junio se decidió en asamblea suspender las actividades académicas, porque faltaban la mitad de los alumnos y algunos docentes, a quienes les era complicado continuar sin su sueldo» contó Brunt.
«Nos hemos tenido que hacer cargo de la escuela los alumnos. Tomamos la decisión de hacer una ocupación del edificio, para salvaguardar la institución. Corríamos el riesgo de que aparecieran vehículos de vialidad o de la UTN a llevarse los equipos de primer nivel que tenemos, algo que iba a ser imposible de reemplazar. Llevamos más de 160 días durmiendo adentro del edificio y esperando una respuesta. Al principio, era dormir a la noche y a la tarde acomodar todo y tener clases y a la noche otra vez quedarse.Esto se suspendió cuando dejaron de venir los docentes y los estudiantes, así que pasamos a hacer una toma», afirmó el presidente del centro de estudiantes.
Brunt también dejó en claro que, si bien extremo, el de Vizcaíno no es un caso aislado y no se limita sólo a los docentes. «Tengo compañeros que están medicados con depresión y ansiedad, profesores que llaman desahuciados, llorando porque su único ingreso era el de la escuela», sostuvo.
Sobre Vizcaíno, Brunt contó: «El se ha acercado a la escuela, llevando datos y números de contacto en Buenos Aires, dando su apoyo y su moral. Preguntaba cómo estábamos y se quedaba tomando mate con nosotros. Fue a todos los festivales que hicimos. Se acercó constantemente a dar su apoyo y ofrecerse para lo que solicitemos. Pero se ve que la situación lo superó y cuando uno cae en un pozo depresivo no se sale así nomás».
«Espero que la sociedad no haga caso omiso. Hoy es un profesor el que tomó esta decisión, pero hay varios que se encuentran en la misma situación en las 5 escuelas del país. Y también hay alumnos. ¿Que estamos esperando?¿Que se empiecen a matar mis compañeros también?», concluyó.