Por redacción Canal Abierto | El portal del Consejo Nacional Electoral de Ecuador informó a las 13.30 el resultado provisorio de las elecciones presidenciales: con el 88,6% de las mesas escrutadas, el candidato oficialista Lenin Moreno (Alianza País) obtiene el 39,12% de los votos frente al 28,3% del opositor Guillermo Lasso (Movimiento Creo) y el 16,31% de Cynthia Viteri (Partido Social Cristiano).
De de esta manera, el 2 de abril habría segunda vuelta, ya que Moreno necesita alcanzar el 40% y diez puntos de diferencia respecto a su rival.
El posible resultado del ballotage es una incógnita. Días atrás, Cynthia Viteri decidió sumar su apoyo al empresario de propuestas neoliberales Lasso, acercándolo a un probable 44%. Por fuera quedan cuatro candidatos que suman al momento un 10%. Entre ellos Paco Moncayo, el militar retirado de perfil nacionalista que conduce una coalición con sectores tradicionales de la izquierda y el centro izquierda que obtuvo el 6,75% de los votos.
Desde anoche, Moreno y Lasso vienen reconociendo los porcentajes provisorios con expectativas distintas, lógicamente. Desde sus respectivos comités de campaña, ambos se manifestaron efusivos porque superaron en siete puntos la intención de voto que arrojaban las encuestas.
Las elecciones generales incluyeron también la de candidatos a ocupar la Asamblea Nacional, en la que Alianza País perdería gran cantidad de legisladores. Durante la elección de 2013, la fuerza política del presidente Correa había arrasado con el 51% de los votos. Alcanzó entonces cien escaños frente a once de Creo.
Sectores de la clase media y la izquierda han decantado su apoyo al presidente durante los últimos cuatro años. Para recuperar a los primeros, Lenin Moreno basó su campaña en un discurso de cambio a formas más republicanas, con ciertas continuidades.
Moreno, ex vice de Correa y actual Embajador itinerante en Naciones Unidas, se expresó de este modo como contracara del programa de reformas liberales del banquero Lasso.
Rafael Correa abandonará entonces el cargo de presidente que ostentó por diez años. Su “revolución ciudadana” reformó la sociedad ecuatoriana con mayores niveles de inclusión social. Orientó además una política exterior identificada con los procesos progresistas de América latina.